
Las madres pasamos por etapas en las que dormimos mal por las noches y al
otro día es inevitable sentirnos irritables, cansadas, ansiosas, intensas o que
no nos soportamos a nosotras mismas. Hay realidades que afectan a las mujeres
para que esto suceda.
1-Si tienes un bebé recién nacido o de meses: hay que estar levantándose
cada 2-3 horas para alimentar a la criatura, cuando empieza a dormir mas,
después de los 3 meses de vida, entonces nos acostumbramos a que dormir 6 h es
una maravilla, cuando van llegando los 7 meses y ocurre la ansiedad de
separación en los bebés y se empiezan a levantar de vuelta dejamos de dormir
corrido otra vez.
2- Si tienes por hijos caminantes nocturnos, estás lista para pertenecer al
círculo de madres que duermen poco. A veces llega a ser tanto el cansancio que
simplemente levantamos las sábanas y nos acurrucamos con el involucrado y puede
que nos despierte un manotazo o una patada voladora.
3- Si practicas colecho pasa lo mismo que en el punto número 2 y cualquier esquinita de la cama es buena para
acomodarse a dormir.
4-Si tienes adolescentes en casa entonces no dormimos pensando, cuando
salen, qué estarán haciendo, por qué tienen la luz encendida de la habitación.
5- Si eres madre que trabaja entonces esperas que los niños se duerman para
adelantar trabajo de la casa o en algunas ocasiones del trabajo, si eres madre
que se dedica a los niños y al hogar pasa exactamente lo mismo.
6- Si tienes hijos hay probabilidades que se enfermen en alguna ocasión y
la fiebre no te deje dormir a ti tampoco, o que la tos sea tan constante que vomite
y haya que cambiar sábanas varias veces en la noche, o por lo menos colocar una
toalla encima del vómito por cansancio extremo.
Creo que la lista podría seguir, si se les ocurre una me avisan para
agregarla a la lista. No seré afortunada en este aspecto pero sí en muchos
otros así que mejor no me quejo y río para no llorar.
GN