viernes, 18 de mayo de 2018

Carta a las mamás con niños con algún problema especial

La mayoría de las mamás pasamos por situaciones parecidas, a veces pensamos que somos las únicas a quien les pasa algo y cuando alguien comenta o nosotras mismas comentamos algo que nos haya sucedido, resulta que somos varias a las que nos ha pasado cierta situación.

Mi abuelita decía que siempre hay alguien peor que uno y siempre lo corroboro. El significado de peor lo ponemos nosotras mismas, ya que para mí algo no puede estar peor y para otra persona la misma situación le parece maravillosa, así que por eso el dicho es cierto, porque desde cada perspectiva el "peor"  es subjetivo y nos da una percepción de malo o doloroso y no realmente lo es.

Al estar en un lugar y compartir con mamás de niños que tiene alguna necesidad especial, sea la que sea, aunque sea mínima, te das cuenta que el mundo es tan amplio como situaciones existen. Estos días he tenido la oportunidad de escuchar hablar mamás de diferentes niños en un centro de terapias y lo que yo pensaba que era difícil de tratar o de sobrellevar resulta que otra mamá desearía ese problema porque el de su hijo es mucho mayor.   He conocido mamás de hijos con algún Síndrome raro y poco conocido que afecta el desarrollo del niño y que está serena o por lo menos eso parece, mamás de niños Síndrome de Down rebeldes al mundo entero, o con  Síndrome de Down con leucemia, que han pasado por cirugías de corazón y que están agotadas de las quimioterapias y terapias, mamás de niños dentro del espectro autista, mamás de niños que no comen mas que dos alimentos en su vida, mamás de niños que no interactúan con nadie o simplemente con trastornos del lenguaje o déficit de atención, pero ese "simplemente" cuando te toca no resulta ser un "simplemente" sino un "gran problema" que muchas veces nosotras mismas, en nuestra cabeza y como mecanismo de defensa percibimos que es un problema mayor del que realmente es. Digo mecanismo de defensa porque nadie quiere cargar un problemas a cuestas y lo percibimos como algo muy  real y magnificado,  cargamos con eso como si fuera una gran culpa a la que estamos condenadas a pagar de por vida.

Pero ¿saben qué? no es así, no es ni nuestra culpa, ni hay que sentirse frustradas, ni tristes, ni impotentes.  Es cuestión de aprender a manejar, aceptar que no somos perfectas, aceptar que si podemos cambiar e identificar los supuestos problemas que no queremos, lograremos un cambio en nosotras y en nuestros hijos de manera positiva y para toda la vida, aprenderemos que la vida es una y que si nos pasamos arrastrando la supuesta culpa nunca disfrutaremos ni de las pequeñas cosas que tenemos enfrente y que nos harán más felices de lo que somos.

No tratemos de ser perfectas, en esa ansiedad se va el tiempo y el tiempo es un recurso que no se puede renovar, aprovechemos  el tiempo…no seas el "peor" del dicho "siempre hay alguien peor que uno", eso depende de tí…

GN

No hay comentarios:

Publicar un comentario