viernes, 12 de enero de 2018

Mamás parecidas



De las cosas que he llegado a apreciar de mi profesión son las conversaciones con las mamás. Todas las mamás somos diferentes en la forma de vivir con nuestra familia y en la forma de criar a nuestros hijos pero nos suceden cosas tan parecidas que hacen que tengamos vivencias parecidas o casi iguales.

Cada vez que comento que mi cerebro nunca quedó igual después de cada hijo, muchas más se sienten identificadas. ¿La razón? Es que no puede quedar igual nuestra forma de pensar. Al tener un hijo nuestros pensamientos y gran parte de lo que hacemos gira en torno a nuestro integrante de nuestra familia y ocupa un espacio inmenso en nuestro corazón. Hay días incluso que ocupa la mayor parte de nuestro día y otros que ocupan gran parte de nuestros pensamientos, entonces obviamente nuestro “cerebro” es diferente. Hay mamás que me dicen: Yo ERA súper organizada y no sé qué pasó”, “a mí no se me olvidaba nada y ahora hasta se me olvidan las reuniones”, una vez fui a dar una conferencia sobre cómo ser madre y trabajadora y no morir en el intento y una de las mamás del auditorio comentó que ella iba en camino a una reunión y cuando se estacionó en el lugar de la reunión escuchó  un “mamá” en la parte trasera del auto y resultó que se le había olvidado dejar a la hija en el maternal. Cosas así nos pasan después de ser mamás.
Una amiga cuenta que salió corriendo de la casa a dar una Conferencia y al estar hablando sentía que todos la miraban, al finalizar se le acercó una chica para decirle que solo se había maquillado un ojo.

Me encanta cuando me cuentan que han simulado estar dormidas cuando sus hijos despiertan a ver si duermen un ratito mas porque yo lo hecho pero a la mayoría no nos resulta. Otras se esconden para comerse alguna golosina antes que las encuentren los hijos porque si no se quedan sin nada.

Me ha pasado que alguno de mis hijos me dice alguna respuesta chistosa ante algún regaño y tengo que aguantar la risa para que la criatura no se de cuenta. ¿Cuántas veces no estamos agotadas y queremos salir corriendo o dejar todo para ir a dormir o simplemente no hacer nada? Pero que lo pensemos y lo hagamos es muy diferente.

A cuántas nos da pena aceptar que alguno de nuestros hijos mordió a otro niño o que hizo una pataleta en medio del centro comercial pero cuando lo decimos por alguna razón varías mamás se identifican contigo y otras no lo aceptan públicamente pero mentalmente lo aceptan.

Me gustan las charlas de mamás pero ya no me gustan cuando por ejemplo alguien critica la forma en que otra mamá cría a su hijo o cuando hay extremismo en las formas de pensar en muchos temas como lactancia materna, fórmulas de alimentación, la mejor forma (en teoría) de alimentar a un niño de meses, la forma de entrenar para ir al baño, la mejor escuela, que si sí o no circuncisión, que si dormir o no con el niño. Nunca existirá una mejor o peor manera de criar y educar a un hijo, en esto cada mamá y papá decide cómo hacerlo y elige la manera que le parezca mejor adaptada a sus necesidades y costumbres.

Cada mamá debe decidir lo que le parezca mejor para sus hijos, todas somos diferentes pero iguales en situaciones y en el sentimiento de amor que sentimos con nuestras criaturas que forman parte de nuestros corazón y mente gran parte del día.

Es mejor ser felices, vivir en paz y legar las malas vibras y la energía negativa.

Saludos,
GN

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