viernes, 3 de agosto de 2018

Hay personas que no ayudan...

Antes de tener a mi primera hija, en mi mente, aparte del estrés que conlleva el hecho que uno va a ser mamá por primera vez, estaba el asunto de querer dar lactancia materna exclusiva.  De tanto escucharlo en la facultad de Medicina y en la especialización de Pediatría en mi mente no cabía otra opción.  Ni siquiera compré biberones y mucho menos fórmula infantil.

Cuando mi primogénita nació, lo hizo como a las 11:30 pm por cesárea luego de casi 16 horas de labor. La Pediatra me la enseñó en el salón de operaciones, casi ni la pude acariciar, mis lágrimas brotaban solas de la felicidad, se la llevaron al cuarto de los bebés "como es la rutina" y la cual es absurda, y no la volví a ver hasta aproximadamente las 7-8 am del día siguiente donde por supuesto ya le habían dado de comer, no precisamente mi leche obviamente.  Por suerte la niña se pegó muy bien al pecho y en el hospital creo yo que nos fue bien en ese aspecto.

Al llegar a casa mi intención era darle lactancia exclusiva, lo intenté y lo logré por una semana, la niña comía cada 1h y media aproximadamente, creo que yo estaba agotada, pero era lo que quería hacer a pesar de que la ayuda que tenía me decía la clásica: "la niña debe quedar con hambre", "no es normal que quiera comer a cada rato", "te ves cansada, dale un poco de fórmula para que duerma mas y así tú descansas", "pobre niña, no duerme mas de 1 hora por pegarse a la teta". Cuando llegué a la cita de la semana con la Pediatra y me pregunta: ¿cada tiempo come? y le responde cada 1.5 horas, la Pediatra me dijo que cómo era posible que no siguiera así porque iba a quedar extenuada y que le diera fórmula. Por supuesto que los acompañantes a la cita respondieron "te lo dije", "tienes que descansar" y otras cosas que ya no recuerdo claramente.

Ante un periodo de agotamiento, horas sin dormir y presión la mayoría de las mamás caemos en la tentación de la fórmula. Creo que si hubieses tenido a mi hija hoy eso no hubiese pasado, otra historia contaría. Le di lactancia mixta por 15 meses sin mucho apoyo de las personas, pero llegar a ese tiempo me puso feliz.

Dar pecho no es fácil, eso lo aprendí desde el primer día que fui madre. La decisión de dar lactancia materna o no debe ser de cada mamá. Nunca entenderé por qué las personas opinan o dicen comentarios que no ayudan y lo que hacen es que las mamás desistan del proceso.  Si das o no das pecho no te hace mejor ni peor madre, eso es así. Tampoco ayuda las personas que hacen que te sientas mal porque no estás dando leche materna. Hay que aprender a ser cauteloso con este tema porque para las madres que lactan es un tema sensible y delicado y cualquier tipo de comentario puede cambiar el rumbo de las cosas.

En esta semana mundial de la lactancia materna  quisiera apoyar a las madres que han hecho todo lo posible por darle pecho a sus bebés, a las que lo han intentado y no ha sido efectivo, a las que dan lactancia mixta por muchos meses, a las que aman a sus hijos intensamente y quieren lo mejor para ellos...

GN