viernes, 26 de diciembre de 2014

El regalo que más les gustó...

Hace unas semanas mi esposo me mandó un "post" que decía que los regalos mas importantes para los niños los deberían de dar los padres y no el señor vestido de rojo. Me pareció muy atinado comentario ya que eliminas los pensamientos en los niños de por qué algunos niños reciben mas regalos que otros o simplemente que hay niños que no reciben nada. Lo que en realidad en la mente de los niños podría tratarse de discriminación o simplemente frustación para otros.

Este año decidimos ponerlo en práctica y lo que realmente deseaban mis dos hijos mayores era el mismo regalo que incluso podían compartir, por lo que ese fue nuestro regalo para ellos y lo que fue departe del ayudante del Niño Dios fueron 2 regalos simbólicos. Por supuesto que quedaron felices y por otra parte es un método que podemos usar para que comprendan también por qué los papás trabajamos y por qué a veces nos ausentamos del hogar por estar laborando, hace que valoren lo que hacemos que en gran parte es por ellos y por su felicidad.

No estoy diciendo que lo importante son los regalos materiales , aunque es difícil hacerle entender a un niño por qué no puede recibir un regalo específico por ser costoso, hay que intertarlo con actos, ellos irán comprendiendo el verdadero significado de regalar, por lo que pienso que es muy importante que aprendan a considerar que el valor del mismo lo define el amor con el que fue elegido para esa persona especial, no el costo monetario del regalo.

Cuando hoy le preguntaban a mis hijos mayores, de 8 y 6 años, qué regalo les había gustado mas ambos reapondían el que mami y papi les regalaron. Veremos cómo transcurre el próximo año y qué otras estrategias seguimos usando para enseñar que los mejores regalos son los que se reciben con amor de las personas que nos aman.

GN


viernes, 19 de diciembre de 2014

¡Qué regalote!

Amo estas fechas, me llena de mucha alegría como a mucha gente le ocurre. A otras les pasa lo contrario y no están de muy buen humor secundariamente a los tranques, el bullicio, la cantidad exagerada de compromisos sociales, los almacenes a tope y por algún otro motivo más. Aparte que entre todos los enredos que involucra este mes hay que seguir laborando y en ocasiones más que otros meses.

Ayer estaba en la consulta como una mañana corriente y creo que me cayó muy bien la cita que les paso a describir:
Entra una pareja de extranjeros procedentes de un país de Europa, al lado de ellos una niña panameña probablemente de ascendencia indígena. Hablando perfecto inglés y muy poco español me comentan que quieren hacerle una revisión a la chiquita de 5 años para saber si todo estaba perfecto. La pequeña niña con estatura y peso de una niña de 3 años a causa de su desnutrición irradiaba felicidad. Tenía una cicatriz por haber sido operada de labio leporino y paladar hendido, pero aún así su sonrisa era espectacular, de esas que te llegan al corazón y al alma.

La pareja está en trámites de adopción, sólo están en Panamá para arreglar el molesto papeleo que dura casi 5 meses. Dejaron toda su vida en pausa desde su lejano país para venir a nuestro suelo istmeño. 


La niña ya tiene casi un mes con ellos y pareciera que los conociera de toda la vida. Le hablan una mezcla de español y sueco pero no me pareció en lo absoluto que a la niña le molestara.

Luego de acabar la jornada laboral me puse a pensar que tener hijos es una bendición, una alegría perpetua, una emoción indescriptible y luego que tienes a tus hijos no puedes imaginar tu vida sin ellos. Esta pareja, luego de hacer hasta lo imposible, viajan a un país desconocido para encontrarse con la que será el amor de sus vidas, la que les dará alegrías contínuas y cansancios que pasan rápido porque la sonrisas harán que el alma sea capaz de tener energías infinitas.


Creo que yo hubiese hecho lo mismo. Me comentaron que cuando les llegó la carta por correo electrónico que decía que tenían esa oportunidad ni siquiera lo pensaron, sólo tenían la edad de la niña y las características físicas, obvio que cero similar a ellos.
Y nosotros acá, en nuestra vida cotidiana, nos quejamos de nimiedades. No nos damos cuenta muchas veces que somos afortunados y que lo que tenemos es excepcional.

Luego de reflexionar yo sola con mi cerebro, me alegro mucho por la pareja y por la niña, estoy segura que la niña será feliz y que recibirá amor a montones, que toda la falta de cariño que no tuvo en estos 5 años será remunerado con creces. Que mejor regalo de Navidad para esa nueva familia, a veces es suficiente recibir cariño y brindarlo, incluso ese regalo es más valorado que dar algo material sin cariño alguno.


Estoy muy feliz por ellos y por la criatura, estoy feliz porque tengo hijos que  complementan mi vida de manera perfecta, ¿qué mejor regalo que ese?

GN

jueves, 11 de diciembre de 2014

Mami, ¿te ayudo?

El domingo pasado estaba en casa con mis tres hijos, una tiene 8 años y los varones tienen 5 y 1 año. Era uno de esos días en que los niños corren por toda la casa, pelean por cosas sin importancia, gritan y hablan a la vez que el bebé llora. Cuando decía algo entonces nadie me hacía caso porque cada uno estaba liado en lo suyo y el bebé por su parte sacaba todas las ollas en la cocina. Fue entonces, como una mamá cualquiera, se me salió la "mamá monstruo" que llevo dentro y grité: "¿por qué nadie me hace caso cuando hablo?".  Mi hijo de 5 años se paró en seco, se me quedó mirando y me dijo: por qué dices eso?, no grites mami. Le contesté que porque estoy hablando hace rato y ninguno me hace caso. Se me queda viendo con cara del gato con botas de Shrek y me dice dulcemente: mami, ¿en qué te puedo ayudar?. Le respondí: levanta los platos de la mesa y llévalos por favor al fregador. Acto seguido agarró su platito y su vaso, los llevó donde le indiqué y me dijo con una gran sonrisa: listo mami, ¿algo mas en que te pueda ayudar?

Por supuesto que luego de su gesto se me pasó el mal humor, le di un abrazo y le agradecí su actuar.

La mayoría de los padres le gritamos a los niños en algún momento. Sabemos que si elevamos el tono de voz en una situación determinada puede causar el efecto que deseamos pero si esto es constante, el niño se acostumbrará, los gritos no tendrán el efecto que pretendemos y pasaremos de ejercer la autoridad con los hijos al autoritarismo. Además, el uso constante de los gritos puede conllevar al deterioro de la autoestima del niño, no se sentirá valorado o querido por nosotros los padres y pueden convertirse en niños rebeldes que constantemente nos desafíen.

Los padres somos el ejemplo para nuestros pequeños, si tenemos una conducta agresiva causamos un impacto directo sobre los niños, incluso pueden adoptar esta conducta agresiva y se acostumbrarán a gritar.  Luego se comportarán igual con los amigos, conocidos o incluso contra nosotros mismos.

Siempre trato de no gritar en casa, la mayoría de las veces lo logro, pero en ciertas ocasiones como ese domingo simplemente los gritos fluyen sin pensarlo. Ese día el que me dio una lección fue mi hijo y me hizo recapacitar que no ganaba nada gritando en casa sino que lograba ofuscarme mas.

Si tenemos un mal día o nuestros hijos llevan portándose mal un buen rato tratemos de buscar la solución de manera pasiva. Igual pienso que uno que otro grito de vez en cuando no causa ningún efecto y seguramente la mayoría de los padres necesitamos gritar una que otra vez. Solo tratemos que no sea todo el día y cada vez que regañemos a nuestros hijos.


GN

viernes, 5 de diciembre de 2014

Gracias

Siempre me ha gustado leer y escribir, siento que un pedacito de mi se expresa mejor por medio de las letras que por medio de las palabras. Antes que naciera este blog escribía solo para revistas, periódicos o simplemente escribía y los documentos quedaban guardados en la computadora sin que nadie mas los leyera.

Luego de nacer mi tercer hijo, mientras estaba de licencia por la maternidad y sin ir a trabajar, inicié a plasmar cortos escritos que publicaba en mi página personal de "facebook", luego por recomendación de una buena amiga cree el blog, una página especial para las redes sociales más vistas en nuestro país. Luego de aproximadamente 14 meses de escritura contínua me siento feliz por tratar de contribuir a la educación contínua de los seguidores y lectores. 

La mayor cantidad de lectores de esta página según las estadísticas son mujeres jóvenes entre 24-40 años, las cuales están conectadas a internet entre las 6 am y las 11 pm, y cuyos "post" favoritos son aquellos que  describen algo sentimental en cuanto a la maternidad, escritos tristes sobre eventos que ocurren con los hijos o sobre críticas a la sociedad.

Creo que el 90% de las personas que me comentan en la calle sobre los ecritos son mamás emprendedoras, que luchan por educar a sus hijos de la mejor manera posible, por enseñarle valores que los ayudarán en un futuro, mamás que ansian tener hijos sanos tanto física como mentalmente. Un pequeño porcentaje son abuelas que comparten con sus nietos y que ahora ven la vida de los niños de una forma diferente y desde otro punto de vista. Algunas trabajan y otras no, lo que sí está claro es que todas trabajamos por disfrutar a los niños, pasamos los mismos páramos, nos desesperamos y nos alegramos por los mismos eventos desafortunados y afortunados. Cada una a su manera pero con objetivos similares.


Quiero darle las gracias a todas las mamás y abuelas que siguen a Letras de una Pediatra Mamá. Por medio de este blog he aprendido muchas cosas, independientemente del estrato social, profesión o creencia, que todas las mamás somos muy parecidas en los aspectos con nuestros hijos y tenemos inquietudes similares.  Por ser Pediatra no soy una mamá diferente, soy una mamá cualquiera que desea la felicidad de sus hijos igual que la mayoría de las madres.

A todas las mamás que en algún momento han leido algún escrito de Letras de una Pediatra Mamá y a aquellas que no se pierden ninguno le doy las gracias infinitamente y les deseo que pasen el mejor día de las madres junto a los que mas quieren.

GN