viernes, 29 de abril de 2016

Seguiremos en lo mismo


Hace unos días una amiga doctora me llama porque dos de sus tres hijos estaban enfermos. ¡Otra vez! Le dije, caramba, varios resfriados seguidos. Desde que empezó la época escolar y la preescolar se "alborotaron" los resfriados en su casa, pero no solamente en la casa de mi amiga, sino en muchas casas de familias con niños pequeños.

¿Cómo es posible? Me preguntaba otra paciente que su hijo de 3 años no estuvo ni 2 semanas sano luego del último resfriado. Ella alegaba que era culpa de la guardería por mala limpieza.

Es bien sabido que una vez que los pequeños entren a las guarderías y escuelitas presentan mas cantidad de episodios de gripe y otras enfermedades de la infancia. No es culpa de las guarderias y parvularios, sinceramente es culpa de nosotros los padres. ¿Por qué? Porque a pesar que los niños estén enfermos son enviados a las escuelitas, a veces con la excusa que no tienen quién cuide a la criatura, porque el niño no está tan mal o simplemente porque el niño se "aburre" en la casa. ¡Vamos, por favor! Por qué será tan difícil entender que si el niño está enfermo no rinde igual en la escuela, además se pone en riesgo su salud porque se puede complicar el cuadro de la enfermedad y también se pone en riesgo a los demás niños porque se pueden contagiar. Entonces resulta que los niñitos no salen del círculo vicioso y durante el periodo escolar "viven enfermos" y si esos niños tienen hermanos menores de dos años en casa también se enferman al igual que la familia entera.

Hay escuelas que llaman a casa para que recojan a los niños cuando llegan con mocos chorreando o enfermos pero a veces no los retiran o regresan al día siguiente. En verdad, así no se puede. Hay ocasiones en que los padres tienen que sacar a los niños preescolares del resto del año escolar porque en tres meses presentaron 5-8 resfriados y a veces no tan fáciles de curar. Por mas que las guarderías y escuelitas mantengan aires acondicionados, juguetes y materiales con limpieza óptima, si siguen asistiendo niños enfermos, seguiremos en lo mismo.

GN

viernes, 22 de abril de 2016

Son diferentes




Mis tres hijos son totalmente diferentes en personalidad y físico.

 La mayor de 9 años es muy responsable, le gusta participar en cuanta actividad haya, es buena amiga y ultra sentimental, no le gusta que la traten mal ni que le hablen feo. El papá es su ídolo número uno y no le gusta dormir solita por lo que ha adoptado al hermano del medio para que la acompañe todas las noches en su habitación, ama a sus dos hermanos pero dice que no quiere más porque con esos dos tiene suficiente. Estudia sola pero es un poco desordenada como mami.

El del medio es puro amor, se desborda en cariño, le encantan los abrazos y dar besos a mami. Siempre dice que por favor no  grite y que quiere cuidarme para siempre. Muchas veces me deja sin palabras por las ocurrencias que tiene. Admira a su hermana mayor y ama tanto al menor que a veces deja que le haga maldades. Es un niño que se deja querer pero tiene muy poca paciencia tal vez como su papi. Ama los aparatos electrónicos pero no mucho el deporte.

El tercero es el consentido, el que parece ser brillante pero no habla muy bien, el que está pasando por los terribles dos y va rumbo a los terribles 3. El que está haciendo todas las cosas que no hicieron sus hermanos y el que usa ropa reciclada. Siempre está sonreído pero es de carácter fuerte porque siempre quiere que hagan lo que él quiere.

¿Mi punto? Nunca compares a tus hijos entre sí. Nunca les digas que uno es mejor que el otro. Todos tienen algo especial y sobresaliente así como  gustos tanto iguales como opuestos. Críalos a tu manera pero individualizado hacia su personalidad. Puede que la misma táctica no sirva para todos.
Puede que sientan tu amor de forma distinta y que sus exigencias también sean diferentes. Quiérelos tal cual son, recuerda que ellos nos quieren tal cual somos. Dedícales tiempo juntos y separados, a veces uno necesitará mas de tí que otro. Pero recuerda, nunca los compares, no son iguales por dentro, cada uno es único y especial.

GN

viernes, 15 de abril de 2016

El ratón y la inflación

Mi hijo de 6 años tiene su primer diente flojo, nos percatamos porque recordé que a un amiguito se le cayó un dientecito y me dio curiosidad cómo iban los de él. Cuando nos dimos cuenta que pronto llegará el Ratón Pérez por primera vez mi príncipe saltaba de la emoción.

Los dientes de leche se empiezan a caer entre los 5 y los 6 años. Generalmente se empiezan a caer los incisivos centrales de la arcada inferior cuando los dientes permanentes van empujando a los de leche.

El mismo día que supimos que el diente estaba flojo, nos encontramos con un amiguito que ya tiene su segundo diente por caerse. Le dije que entonces estaba por llegar el Ratoncito Pérez y me sonrió. Me comentaron que por el primer diente caído le trajeron 20 dólares y por supuesto mi hijo empezó a sacar cuentas de cuántos dientes tenían que caerse para comprarse algo que quería, a lo que le respondí que no necesariamente le iba a traer lo misma cantidad de dinero.

Cuando se me empezaron a caer los dientes de leche hace 35 años, el ratoncito me dejaba bajo la almohada $1.00 y yo lo veía como un dineral, o sea que ya pienso como mis papás o mis abuelos y probablemente suene igual a ellos, cómo han cambiado las cosas.  No se si es la inflación lo que ha cambiado o la oferta y la demanda, pero indudablemente todo cambia.  A mi hija de 9 años cada vez que se le cae un diente, aparecen $5.00 bajo su almohada. Hay personas que según dicen el Ratón le trae dulces o regalos.

El Ratoncito Pérez es un personaje de leyenda muy popular entre los niños de Latinoamérica y España.  La tradición sigue el mismo ritual que en el caso del hada de los dientes de otros países, que por cierto me enteré que también se encargaba de los dientes de leche por la película. Dice la leyenda que cuando a un niño se le cae un diente de leche, lo colocará debajo de la almohada y, mientras duerme estos personajes mágicos, duendes, hadas o ratones se lo cambiarán por un pequeño regalo, dulces o monedas.

El origen más probable del ratoncito y su enlace con un hada proviene de un cuento francés del siglo XVIII que se llama La Bonne Petite Souris (El Buen Ratoncito). Habla de un hada que se transforma en un ratón para ayudar a derrotar a un malvado rey, ocultándose bajo la almohada del mismo, tras lo cual se le caen todos los dientes.

Mi hijo de 6 años está feliz y la hermana de 9 años le da “consejos” lo  que tiene que hacer para que se le caiga más rápido, pues ella es de las que se los afloja más y se los saca sola. Así que le ha dicho desde que se lo mueva constantemente hasta que coma manzana para que se le “quede trabado”. Indudablemte él está ilusionado. Veremos qué le dejan bajo la almohada, mientras que yo sigo pensando en la inflación.


GN

viernes, 8 de abril de 2016

8 horas seguidas...



Me pasa muy seguido que estoy cansada y quiero irme a dormir pero por alguna o algunas razones la hora tan anhelada de acostarme a dormir se atrasa. 

A veces, logro acostarme, la mente en vez de quedarse quieta es cuando le da la gana de ponerse a pensar sobre lo que me faltó hacer en el día, sobre lo que me queda pendiente, la organización de horarios al día siguiente hasta entrar como en un estado de transe que no me puedo mover pero sigo despierta y de repente asumo que caigo en brazos de Morfeo porque me desconecté del mundo.

Amo dormir, ojalá pudiese hacerlo 10 horas al día, pero esa cantidad de horas ya pasó a ser una utopía.  Los recién nacidos son los que duermen aproximadamente 17 h al día y los niños en edad prescolar 10-12 horas. Que rico, de verdad que me da envidia.

La National Sleep Foundation en Estados Unidos recomienda que los adultos entre 26-64 años, o sea la mayoría de nosotros, debemos dormir entre 7-9 h al día, pero el problema es que a veces ni logro llegar a 7 y no precisamente porque no quiera hacerlo.

Las recomendaciones en todos los grupos de edad es que el sueño sea tranquilo para poder funcionar correctamente y sin cansancio al día siguiente. Es entonces cuando pienso que cuando uno tiene hijos a veces es difícil hacerlo, ya sea porque hubo algún intruso que no quería estar solo en su cuarto o tuvo pesadillas y llega por un abrazo o para sentirse protegido, porque le dió hambre en medio de la noche,    porque justo ese día le dió dolor de oído o simplemente porque la persona al lado tuyo se movió inconcientemente y te metió una patada, se me olvida en mi caso las llamadas inesperadas en la madrugada.  

Siempre escuché que luego que uno tiene hijos nunca mas duermes igual, lo he corroborado en el consultorio con las mamás de los pacientes y en carne propia pero seguiré en el intento de por lo menos 8 horas seguidas, ya hasta veo extraño los días que duermo corrido y sin interrupciones. Si a alguien le pasa lo mismo me avisa para no sentirme rara.

GN

viernes, 1 de abril de 2016

Miremos la otra perspectiva



Desde que estamos en la Facultad de Medicina nos enseñan que existe una entidad que se llama autismo, pero lo que recuerdo de esas enseñanzas es muy poco. Obviamente recuerdo mas las que aprendí en la especialidad de Pediatría pero no era un tema que dieramos a fondo, por lo menos en esos años, no se ahora.  Más aprendí en Congresos de Pediatría y leyendo por mi cuenta. Siempre me ha aterrado no detectar a tiempo señales que me pueden hacer pensar que estoy frente a un niño autista o con trastorno del espectro autista. Es un tema muy complicado y lo seguirá siendo mientras no se sepa la causa real. Hay teorías no comprobadas y los tratamientos son distintos e independientes para cada niño.

A lo largo de los años he aprendido que dar un diagnóstico o aunque sea una sospecha de autismo es difícil, sumamente difícil, tanto para la familia como para el médico, por lo menos para mi lo es.  La dinámica familiar cambia por completo;  las terapias y la dedicación que se le brinda a estos niños son admirables sin mencionar el tiempo invertido. 

Vuelvo y repito, es complicado el tema. Una buena amiga me dice que hay que verlo desde una perspectiva diferente.  ¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué hay niños autistas y otros no? Ojalá se supiera con claridad. Hay que aprender que estos niños dentro de todas las características "especiales" que tienen siguen siendo niños.  Tienen una mirada que a veces no mira pero nos traspasa. Hablan con poca entonación y el lenguaje de gestos es comúnmente utilizado.
Puede que se entretengan con un objeto que tal vez no sepan para qué sirve pero para ellos sí tiene un sentido. 

Los libros de texto dicen que  el autismo daña la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros. Pero esto es de acuerdo a las normas que  a puesto la sociedad. Para ellos la sociedad no ha puesto normas, siguen lo que les dice su forma de pensar o de actuar. Se pueden conectar y desconectar del mundo a su manera y los padres aprenden a respetar su entorno.
No entienden conversaciones con doble sentido o cuando se dice algo "en sentido figurado", ellos conprenden las cosas tal cual y se dicen. Como dicen por ahí: son niños con identidad profundamente diferente y un modo se ser distinto pero completo, viven el día a día, pero tienen sentimientos y necesidades como cualquiera. 

No los veamos como "pobre niño porque es una persona con autismo", !No, por favor! Son personas con metas por alcanzar, con sentimientos, pueden ir a la escuela y aprender con personas sin autismo. Son personas que también disfrutan de lo cotidiano y de cosas que pueden ver y tocar, probablemente entiendan mas con imágenes que con palabras pero van a comprender, son sinceros y no mienten porque les cuesta hacerlo. Van a reír, disfrutar y llorar porque son personas. 

Miremos la otra perspectiva. 

GN