jueves, 25 de junio de 2015

Solo es un desahogo...

Estas dos semanas han sido de locura total. Entre el trabajo en el consultorio, cesáreas, el Congreso Nacional de Pediatría, 2 hijos enfermos y actividades varias (llámese ballet, supermercado, etcétera) siento que cargo un pedazo de tronco en los hombros (por cansancio)…

TRABAJO:  La consulta a tope, en realidad trato de atender a todos los niños que pueda, pero a veces no me da la agenda, no tengo donde colocar citas y eso que veo entre pacientes ya citados cupos de niños extras. Asumo que esto le pasará a muchos médicos y habrán pacientes molestos porque realmente no puedo verlos, pero trato  que si no los puedo ver yo que los vea mi socio. Y además intento de darles seguimiento a los que puedan y que ameriten.

ACTUALIZACIÓN: Siempre hay que actualizarse y estar al día en Medicina y qué mejor que el Congreso para aprovechar la oportunidad de hacerlo. Estuvo muy bueno pero para adicionar a todo este embrollo semanal, cuando estaba en el congreso aproveché para vender las últimas unidades de mi librito y tuve que salir a buscar algo al carro, cuando cerré la puerta del mismo y me dirigía nuevamente por los estacionamientos del hotel en cuestión, parece que había aceite en el piso y "putún" caí como papaya de rodillas en pleno parqueadero sin nadie que me socorriera, dos colegas que andaban buscando su automóvil me preguntaron si no había visto que estaba lleno de aceite el pavimento. Bueno, creo que si lo hubiese visto seguro no hubiera caminado por ahí, quedé con tremendo moretón en la rodilla derecha y aún me molesta para subir las escaleras. Pasando pena, no me quedó otra que sacudirme y seguir caminando.

HIJOS:  Dos de ellos estuvieron enfermos, uno se curó muy rápido y el otro no tan rápido como yo quería, así que llamaba en múltiples ocasiones a la casa para saber cómo estaban. Uno que aún con fiebre, el otro que ahora bota moco, que se acabó la medicina de la fiebre, que no comió nada, que el otro comió de mas, etcétera etcétera. También acudimos al doctor porque aunque sea pediatra mis hijos tienen el suyo.

ACTIVIDADES VARIAS:  
  • El ballet:  Está exhaustivo ya que pronto es la competencia de mi hija, así que entre la llevadera y recogedera se invierte bastante preciado tiempo al día, pero gracias a las mamás del "carpull" la carga se hace mas ligera. No se que haría sin ellas. Mi bella ballerina llega tarde a casa todos los días, menos mal que es muy inteligente y saca buenas notas en la escuela, porque el estudio estas dos semanas no ha sido muy profundo que digamos.
  • Hogar: En dos semanas he ido tres veces al supermercado, mi esposo insiste que es porque no hago lista y compro "a lo loco",  lo cierto es que 4 días después de hacer "supermecardo grande" había una listilla como de 15 cosas que hacían falta y tuve que regresar hoy nuevamente porque de lo que no hay es de lo que se antojan los inquilinos de la casa, sobretodo uno en particular. Ya he optado porque la lista me la manden por chat al teléfono celular, porque si no se me pierde en la cartera de la dimensión desconocida y ando como demente buscándola. Sinceramente espero que esto no me ocurra a mi solamente…Y sin mencionar la cara que le pongo a la cajera cada vez que me dice el total de la compra, mi mueca y mi suspiro profundo debe causarles gracia porque siempre terminan sonriendo y subiendo los hombros como diciendo qué pueden hacer.  La supuesta inflación no ayuda nada.

Ya por suerte se está acabando la semana, creo que más que agotamiento físico es cansancio mental. Lo bueno es que todo se pudo resolver o por lo menos eso creo yo. La cartera pesa de más con tantas cosas que se acumularon en estas dos semanas porque no la he ni cambiado, el tremendo moretón que tenía en la rodilla se está desvaneciendo, ambas criaturas enfermas se encuentran sanas, los ensayos de ballet del fin de semana son cortos, lo único es que acabo de llegar del supermercado y me dijeron que no compré la mantequilla que estaba anotada en la lista y en eso llega mi hija de su ensayo y se antoja de comer pancito con mantequilla, bueno lo siento, a escoger otra opción y para acabar quedé cuestionada por ella por haberme olvidado su mantequilla.

Creo que hoy fue un simple desahogo, ninguna enseñanza pediátrica, disculpen, pero lo necesitaba. Igual que estoy segurísima que a montones de mamás nos pasa lo mismo y a cada una en su área, cada una tendrá su historia en particular, sus quejas propias, sus miles de idas al supermercado y sus actividades varias…es parte de todo lo que por ahí denominan mujer moderna, a veces simplemente deseo que todo fuera mas simple o puede ser que la que se complica soy yo y no me he dado cuenta.

GN

jueves, 18 de junio de 2015

El alma

Semana de locura total...muchos partos, actividades laborales y maternales.

Una de estas madrugadas amanecimos en el cuarto de urgencias porque mi chiquitín de 5 años tenía un fuerte dolor abdominal y pensamos que podía ser una apendicitis, por supuesto que no me iba a correr el riesgo que fuera y que se estallara el apéndice en casa, en este caso era mejor prevenir que lamentar.

Los síntomas y signos de apendicitis son dolor alrededor del ombligo en la zona inferior derecha del abdomen que empeora al ejercer presión en el área o con el movimiento (incluso caminar), pérdida de apetito, náuseas o vómitos y fiebre.

Mi hijo tenía prácticamente todos los síntomas, bueno, otro agregado porque cuando le preguntábamos qué le dolía exactamente nos decía que "le dolía el corazón y el alma".  Quedé prácticamente sin palabras, no sabía si llorar o reirme, pero como pegaba gritos del dolor "que no podía soportar" y el llanto realmente le salía del alma nos fuimos a urgencias. Menos mal que fue falsa alarma y regresamos a casa con medicamentos solamente y no con una raja en la panza.

Ese mismo día había conversado con mis amigas del fútbol que a veces ni llaman a su pediatras y automedican a sus hijos, que como ya han pasado varias veces por cuadros de fiebre prefieren tratarlos ellas mismas que llevarlos a que los evalúen. Automedicar a los niños es una práctica desaconsejable, ya que muchas veces se cometen errores que pueden ser fatales para la salud de nuestros preciados tesoros. No inventemos por favor, zapatero a su zapato.

Dar antibióticos para tratar una supuesta infección que da fiebre no es recomendable o dar analgésicos para el dolor de barriga, estos son dos de los errores más comunes, realmente las consecuencias pueden ser peligrosas. Dando antibiótico para cuadros que no lo necesitan puede ir creando resistencia o si damos medicinas para el dolor de panza puede enmascarar cuadros como la apendicitis y llegar a estallar el apéndice con complicaciones severas.

Ese era el chance que no me quería correr, si era apendicitis realmente y le daba medicamentos a mi hijo no nos ibamos a dar cuenta, era mejor descartar, ese riesgo no me lo iba a correr incluso siendo ambos médicos.

Mi chiqui está mejor, hoy aún decia que le dolía el alma y que estaba enfermo, no quería ir a la escuela para ser consentido en casa y recibir mimos para el alma supuestamente enferma.

GN

viernes, 12 de junio de 2015

Mala madre...

Panamá, 11 de junio de 2014  10:16 pm

Mi hija lleva meses practicando para unas competencias de ballet, una de ellas es este sábado, por ende los ensayos de esta semana han sido intensos tanto para ella como para mí porque como acaban de noche llego tarde a la casa y siento que tengo a las otras dos criaturas prácticamente abandonadas, aunque están en casa y muy bien cuidados, pero ese es mi sentir, no lo puedo evitar.

Para completar mi sentimiento de culpa mi hijo pequeño de un año tiene croup, cuyo nombre médico es laringotraqueobronquitis y se trata de una enfermedad respiratoria que se desencadena usualmente por una infección viral aguda de las vías respiratorias superiores. La infección produce inflamación en la garganta, lo cual interfiere con la respiración normal y produce los clásicos síntomas de tos como de perro, estridor y ronquera. Puede producir síntomas leves, moderados o severos, los cuales empeoran frecuentemente durante la noche, usualmente se acompaña de fiebre. Así que ha pasado tres días malito, con poco apetito, fiebre y la mentada tos de perro viejo. Solo quiere estar cargado y no quiere comer casi nada. Lo ideal para mi sería quedarme con él todo el día pero tenía una cesárea temprano hoy y salí muy pronto en la mañana, al salir del consultorio llegué a comer, le di un besito y salí por ahí mismo al ensayo de la competencia de ballet, dejé a mi hija prácticamente tirada, que gracias a unas buenas mamás del ballet que se encargaron de ella para yo poder asistir a otra cesárea.  Cuando llegué a casa mi chiqui estaba dormido, 10 minutos en el día para verlo no fueron suficientes para mi, quería mas tiempo. ¡no fue justo!

¿Pero cómo hacía? La verdad no se, trabajo es trabajo, labor de madre es labor de madre y hubo que mezclar ambas cosas, pero sentí que fue al punto de dejar a las otras crías abandonadas, aunque realmente estaban siendo bien cuidadas en casa, pero nada como los cuidados de mamá (según mi perspectiva claro). Además para mi hija era importante que estuviera con ella, aunque no pude completar ese trabajo tampoco.

¿Seré la única que se siente mala madre por hacer esto? Lo dudo, pero este sentimiento no me gusta nada nada. Según las estadísticas  y la evolución de la enfermedad ya para mañana mi chiquitín no debe tener fiebre, ojalá coma mas y se sienta mejor. Además, mañana será otro día y seguro puedo cargar mas de 10 minutos a mi príncipe chiquito y el sábado seré la mamá mas orgullosa del mundo viendo como mi hija disfruta bailando una de sus pasiones.

GN

viernes, 5 de junio de 2015

Responsabilidades varias...

Viernes, 5 de junio de 2015 7:18 am

Generalmente dejo para los jueves en la noche la escritura de este blog, pero ayer vinieron unas amigas a mi casa para arreglar unos trajes para la competencia de ballet de mi hija de la próxima semana. Éramos cinco mamás regulares pegando "piedritas brillantes" a uno de los vestidos que usan nuestras chiquitas para un baile grupal. Cuando terminamos de pegar piedritas y conversar de todo un poco, me fui a dormir y se me olvidó por completo que hoy tocaba postear el escrito del blog. Aunque no es obligatorio, para mí es como una responsabilidad, así que cuando abrí los ojos salté de la cama, encendí la computadora y viendo borroso aún por el sueño me puse a pensar que tema sería interesante. Mi mente está pegada a las sábanas aún…En eso salió mi esposito del baño y me pidió por favor que le hiciera desayuno, así que hice algo rápido y sencillo, tratando de regresar a la computadora me atrapó el bebé de un año y medio para que lo cargara. ¿cómo no lo iba a apapachar? 

Todos tenemos responsabilidades, algunos pensarán que su responsabilidad es mayor que la de otra persona, pero no estoy segura de eso. Según wikipedia  la responsabilidad es un valor que está en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano moral. Una vez que la ponemos en práctica, sabremos cuál es la magnitud de las acciones que hicimos. 

La mayoría de nosotros sabemos de qué somos responsables y  como es una buena virtud hay que enseñársela correctamente a los niños. No solo enseñarlos a tomar una serie de decisiones de manera consciente sino también de que asuman las consecuencias que tengan las mentadas decisiones y de responder de las mismas ante quien corresponda en cada momento. (ya sea en la casa o en la escuela). 

Responsabilidad es la habilidad para responder; se trata de la capacidad para decidir apropiadamente y con eficacia, es decir, dentro de los límites de las normas sociales y de las expectativas normalmente aceptadas. O sea que  "pegar pepitas" en un traje de ballet, hacer el desayuno y brindar afecto al bebé entra dentro de mis responsabilidades como madre de familia. 

A veces cuesta enseñarle esto a los niños, pero siempre digo que se hace con el ejemplo. Si los niños se acostumbran a vernos hacer nuestras obligaciones en cualquier plano (hogar, trabajo o actividades varias) lo percibirán como es lo que hay que hacer y se acostumbrarán a ello. 

Cuando aprenden a ser responsables una respuesta se considera efectiva cuando permite al niño conseguir sus objetivos que reforzarán sus sentimientos de autoestima. Un niño es responsable cuando sus actos coordinan, de forma creativa, sus propios objetivos con las necesidades de los demás. Para ello, los adultos tienen que ayudar al niño a obtener este equilibrio, a definir sus propios valores y a resolver las dificultades en función de sus propios sentimientos.

Como mamás y papás las "responsabilidades" son innumerables y todos los días puede que tengamos alguna o varias diferentes. Ayer una de las mías y de mis amigas fue "pegar pepitas" a un traje, hoy será otra cosa, pero de estos pequeños detalles los niños aprenden e imitan. Por supuesto que no imitarán pegar las piedritas en los trajes pero sí aprenderán que si nos dan una tarea hay que completarla solos o con ayuda para poder pasar al próximo paso.



GN