viernes, 3 de enero de 2014

Doctora, mi hijo tiene fiebre...

Sinceramente no se  por qué la mayoría de los padres le tienen tanto miedo a la fiebre. 
La fiebre no es más que un aumento en la temperatura corporal por encima de lo que se considera normal, es causada por algún evento fisiopatológico (infección, inflamación) y funciona como un suceso adaptativo ayudando al cuerpo a combatir los organismos que causan enfermedades; en otras palabras, la fiebre es un mecanismo de defensa.

La fiebre como tal no es grave. Lo importante es averiguar qué es lo que la está causando. Sólo temperaturas muy altas (más de 41°C) son riesgosas para la vida, independiente de la enfermedad causal. A la mayoría de los padres, les preocupa que por la fiebre su hijo pueda convulsionar. Una convulsión febril puede ser muy aterradora y desesperante para cualquier padre o cuidador. Sin embargo, la mayoría de las veces, no causan ningún daño y no quiere decir que el niño tenga un problema de salud prolongado o serio. La mayoría de estas convulsiones por fiebre ocurre en las primeras 24 horas de una enfermedad y no necesariamente cuando la fiebre está en su punto más alto, incluso cualquier infección puede desencadenar una convulsión febril.

La Academia Americana de Pediatría recomienda llamar al doctor si el bebé entre 3 y 6 meses de edad presenta una temperatura de 38,3 grados C o bien, si tiene más de 6 meses y una temperatura de 39,4 grados C o más solamente o con los siguientes síntomas: pérdida de apetito, tos, dolor de oído, irritabilidad, somnolencia, vómitos, diarrea o dificultad para respirar. Yo recomiendo que se llame al doctor, cuando, aparte de lo anotado, el niño está muy decaído o incluso cuando es el primer episodio de fiebre que le da al niño porque generalmente en este episodio los padres se ponen muy nerviosos y no saben qué se debe hacer.

La gran mayoría de las veces, a nosotros los Pediatras, no nos sirve de mucho evaluar al niño a las pocas horas de iniciada la fiebre cuando no hay más síntomas, porque al examen físico no se encuentra mayor cosa, y en un par de días aparecen otros signos o síntomas y el paciente tiene que regresar al médico. Incontables veces he evaluado a niños con fiebre de pocas horas de evolución sin encontrar nada al examen físico y los padres se han decepcionado por no encontrar la causa, pero créanme que con tan pocas horas de fiebre, generalmente NO encontramos nada, a menos que el pequeño ya tenga algún cuadro infeccioso evidente que cambia totalmente el panorama. En cambio, si el bebé tiene fiebre y es menor de 3 meses, si hay que acudir inmediatamente al médico porque las causas de la fiebre tienen que ser investigadas con prontitud.

No quiero ni mencionar cuando nos dicen que el niño tiene fiebre por dentro o solamente en la cabeza, porque la verdad aún no logró entender bien el concepto, pero eso es harina de otro costal y lo mencionaré en otra ocasión así como, cuando se supone que les da fiebre porque los ojearon.

Todos los padres nos asustamos con los primeros cuadros de fiebre de nuestros hijos, hasta a mi me pasó con mi primera hija, es totalmente normal, pero con las enfermedades durante los primeros años de los hijos aprendemos a manipular la fiebre y se nos va quitando el miedo poco a poco.

GN

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