viernes, 27 de diciembre de 2013

Armar pistas y pisar legos...

Hoy, el día después de Navidad, me la he pasado armando pistas y legos...creo que, aparte de mi hija de 7 años, la que ha jugado interactivamente he sido yo, porque el de 4 años no ha querido armar nada y sólo dice que no puede y que mejor lo arme yo.

Los juegos didácticos divierten mucho a los niños, pero también son de gran utilidad cuando se trata de estimular su creatividad y la motricidad fina,  además de ayudar al aprendizaje y a la estimulación del desarrollo integral de los niños, pueden ser utilizados con fines específicos dependiendo de la necesidad de cada niño.

Un niño que trabaja con juegos educativos recibe información que los ayuda a expandir su capacidad de razonamiento y su creatividad.

La mayoría de los juguetes tienen, marcados fuera de la caja,  la edad recomendable para su uso y aunque, uno piense que nuestros hijos son brillantes y capaces de usar los juegos de niños mayores, debemos seguir las recomendaciones de las edades ya que se adaptan a las capacidades de razonamiento y motricidad de cada edad en particular.

A mi hijo de 4 años le regalaron un juego de lego (espectacular) para armar carritos, pero no pudimos pasar de la tercera página de instrucciones  porque le costaba mucho ensamblar las piezas a pesar de que era recomendado para 4 años y más, pero mi hijo desde el nacimiento tuvo problemas con su tono muscular y luego con el motor fino, claro que con las terapias ha mejorado mucho, pero aún le cuesta si lo tiene que utilizar por ratos largos. Estos detalles también los tenemos que tener en cuenta a la hora de comprarle juguetes, ya que si el niño no lo logra puede crear sentimientos de frustación o de rechazo a un juego específico. Por ejemplo, se puede poner a jugar al niño por ratos cortos y en distintos días hasta que lo termine y al finalizar es positivo celebrarle el logro alcanzado.

Hoy en dia, además de contar con juegos de materiales concretos (que se pueden agarrar, pisar, lanzar o tocar), también existen juegos didácticos de última generación (computacionales, digitales y virtuales) que se pueden adaptar a las edades de los niños, pero siempre con horas de juego limitadas para incentivar al niño a hacer otros que no fomenten el sedentarismo secundario.

Aparte de lo bueno que resultan los juegos didácticos, aprovechemos la jornada de juego para enseñar a nuestros hijos a que una vez finalizada la misma, los juguetes se recojan y  sean guardados en su lugar. A partir de los 2 años y medio el niño entra en una etapa crítica en cuanto al orden (o al desorden mejor dicho). A esta edad,  los niños empiezan a sentirse autónomos, seguros de sus movimientos y tienen la necesidad de explorar y de esparcir los juguetes por toda la casa. Este es también el momento en el que debemos empezar a inculcar al niño el hábito de recoger los juguetes como parte del juego mismo. El objetivo es que sea el niño el que guarde sus juguetes, que comprenda que recoger los juguetes no es un castigo y que entienda por si mismo la principal ventaja del orden: que cuando quiera jugar y busque sus juguetes siempre sabrá donde encontrarlos. (Y para nosotros los padres nos sirve para no pisar sin querer carritos o piezas de lego que nos lastiman y nos hacen llamar a algún santo o a la madre de alguna persona).

Una parte del  aprendizaje se da por medio del juego. Los niños deben jugar sin darse cuenta que están aprendiendo algo. Tengamoa en cuenta el juego para que nuestros hijos aprendan cada dia mas.

GN

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