viernes, 22 de agosto de 2014

¡Seguro que están como si nada!

Estoy muerta de sueño, ha sido una semana pesada como la de muchos, con algunas responsabilidades que han quedado en el renglón de "pendientes" y deseando que algunos días tuviesen más de 24 horas. Hoy a las 5 am desperté para arreglarme ya que tengo que estar en el aeropuerto a las 7:15 am para ir a un congreso de Neonatología. Pero antes de salir, desperté a los niños para ir a la escuela, los alisté y le di de comer al bebé. Esperando el vuelo me ha caído el cansancio de la semana, pensé que aparte de ir a las conferencias quiero dormir mucho, la falta de sueño hace que el humor cambie y hace pensar que trabajar tanto no es los ideal, pero cuando descansan la mayoría del tiempo esos pensamientos desaparecen.

Mi hijo del medio, al enterarse que salía de viaje se fue llorando a las escuela, la mayor que tiene 7 años quedó tristona y me pidió que al regresar le trajera un regalito y el bebé ni se enteró y me dijo adiós con la mano.  Siempre que salgo de viaje sin ellos me entran los sentimientos de culpabilidad por dejarlos solos,aunque se que van a estar súper bien con su papá a cargo de todo.

Se recomienda que sí uno o ambos padres se van a ausentar unos días de la casa, contarle a los niños es prudente. Sobretodo a los niños en edad preescolar y escolar temprana 
(como los míos).  Conversar sobre cuándo, cómo y a dónde viajarán es bueno. Recordemos que los niños, inclusive los más pequeñitos comprenden más de lo que creemos.

Les podemos pedir que nos ayuden a organizar la maleta (aunque la hice casi de madrugada así que no me pudieron ayudar), se les puede dibujar el lugar a donde iremos o mostrarles una foto. Contarles cómo será el viaje y mostrarles una imagen del avión, el auto o el medio de transporte que vayamos a utilizar.

Lo ideal es que los pequeños sigan las mismas rutinas y que no hayan muchos cambios en lo cotidiano y el diario vivir. Si van a permanecer en la casa de otra persona durante la ausencia de los padres, es bueno que lleven algunas de sus cosas para sentirse más seguros: su sábana, sus juguetes, su vaso, su peluche favorito.

También es importante pensar en cómo se le trasmite a los chicos lo que va a suceder; si los padres se muestran angustiados o culpables, los chicos lo van a percibir.  Para los niños puede ser una buena experiencia poder compartir un tiempito solos con uno de los padres o con la persona que se queda a cargo.

Ya acá, en mi lugar de destino, a pesar que se que están más que bien y felices de la vida, no dejo de preocuparme, pero creo que es innato en la mayoría de las mamás, es casi inevitable no pensar en ellos.

Ya veremos qué pasa mientras yo aprendo más y aprovecho dormir corrido y trato de recuperar horas de sueño, mientras papá se encarga y choferea.


GN

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