viernes, 18 de marzo de 2016

¿Amigas endorfínicas o feromónicas?

Hace como 3 años la mamá de un paciente, en agradecimiento por una atención médica,  me regaló un perfume. Cuando me lo da me dice que es un perfume que al ponérselo libera feromonas para atraer a la pareja.  Las feromonas son sustancias químicas secretadas por los seres vivos con el fin de provocar comportamientos específicos en otros individuos.  La verdad es que me causó gracia. Al día siguiente me coloqué el perfume y no noté ningún comportamiento extraño en las personas a mi alrededor, es más, sentía que el perfume no olía bien en mí, por lo que  esporádicamente lo usaba siempre recordando las palabras de la paciente pero sin el efecto descrito.

Un día cualquiera del año pasado, fui a dejarle unos libros a una amiga y cuando me encuentro con ella percibí que olía muy bien, es más le comenté que me gustaba el perfume que usaba y me dijo exactamente el nombre del perfume liberador de sustancias. No pude evitar reírme y comentarle a mi amiga mi experiencia con el perfume. Al día siguiente intenté darle otra nueva oportunidad al líquido del frasquito regalado pero nuevamente sentía que olía raro en mí y sin efectos o comportamientos específicos en otras personas, así que el perfume quedó en el olvido.

Hace como un mes fui a un pequeño encuentro con 4 amigas, solo estuve 20 minutos porque tenía un compromiso previamente planeado, aunque me hubiese gustado quedarme mas tiempo con ellas. Recordé que iba mi amiga, a la cual el perfume le olía bien y decidí llevárselo para que lo usara alguien que sí lo iba  aprovechar.  Tres de mis amigas decidieron colocarse el perfume para ver si funcionaba esa noche con sus parejas. Quedaron de contar al día siguiente, a través del chat, sus experiencias. A una le dijeron que estaba muy emperfumada y que olía raro, o sea que prácticamente ahuyentó a su pareja. La otra comentó que su marido se quedó dormido 5 minutos después que ella llegó a casa y la tercera, que es la que le huele bien el líquido feromónico, dijo que el comportamiento de su esposo fue exactamente igual que todas las noches, así que no hubo ninguna manifestación fuera de lo normal.

A pesar de la poca importancia que pueda tener un perfume, la conversación y el compartir con las amigas, después de días enteros de trabajo y rutinas familiares con los hijos, sirven para despejar la mente y liberar endorfinas por parte del cerebro y las cuales alivian el dolor, tanto físico como emocional. Hace que estemos alegres lo que genera bienestar general, altos niveles de energía y una disposición positiva.

Así que ¡vivan las amigas¡, aunque a veces solo hablemos tontadas que hagan que se liberen endorfinas para estar felices.


GN


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