viernes, 12 de agosto de 2016

Mi medalla olímpica

Este año he podido ver muy poco las transmisiones de las Olimpiadas de Río.  Desde que tengo memoria me ha encantado verlas, y cada vez que las veo siempre sueño despierta y me voy lejos pensando que yo estoy compitiendo en alguna disciplina deportiva, sobre todo natación o gimnasia.

Cuando era pequeña mi madre me metió en un equipo de natación. Nadé por 4 años seguidos de forma competitiva, pero analizando hacia atrás, creo que nunca fui tan buena, fuimos a competir a varias partes dentro y fuera del país, recuerdo lo divertido que era. Me gustaba mucho nadar.

Siempre he opinado que solo con el hecho de que un atleta llegue a unos Juegos Olímpicos es un gran mérito. La dedicación y el sacrificio que se hace es de admirar. Mucha gente critica si algún competidor no gana medalla, pero vamos, solo dan 3 medallas de muchos participantes.  ¿Y los que ni siquiera fueron y lo intentaron con todas sus fuerzas?, entonces no hay que criticar.

Si me pongo a pensar, ya que regresé de mi nube olímpica, mi casa y mi vida es casi un estadio de las Olimpiadas y hay varios atletas en ella. Si uno busca en internet, cómo llegar a ser un atleta olímpico hay hasta guías. Como me causó gracia que esta una supuesta "guía" exista, hice click para leerla. Existen unos 3 pasos y varias recomendaciones en cada punto.
1-Enfócarse que incluye evaluar el estado físico,  elegir el deporte que mas me interese,  practicar diariamente , conseguir un entrenador, no abandonar el empleo y no dejar de soñar.
2-Tomarse las cosas en serio: aquí mencionan que hay que competir, que hay que supervisar la vida en todo momento, buscar financiamiento, trazar objetivos, que hay que dejar a un lado la vida social y que hay que conocer el dolor.
3- Buscar la medalla: hay que ir a campeonatos nacionales, cumplir con los requisitos, hay que descansar, visualizar y ponerle corazón.

Si lo traslapo a mi vida, estoy casi por ganar una medalla ¿qué tal? El punto 1 y 2 los tengo abarcados casi en la totalidad excepto por el buen estado físico pero estoy tratando de trabajar en ello. El deporte que mas me interesa es ser mamá, el cual practico a diario y casi las 24 horas del día, he tenido varios entrenadores incluyendo a mi madre y mi esposito  que me guía de vez en cuando, no abandonaré el empleo por ahora y nunca dejo de soñar, si hasta me imaginé en el podium cantando el himno de Panamá con la medalla en el cuello después de nadar mentalmente los 100 metros libres.  Este deporte de ser madre me lo he tomado muy en serio, como muchas de nosotras, no solo superviso mi vida si no la de los otros deportistas que viven en mi estadio, el financiamiento lo tengo y vivo trazando objetivos diarios y a largo plazo, pero es mejor dejarlo en un día a la vez. Dejar a un lado la vida social: pues eso depende desde el punto de vista de cada uno, y si la comparo hace 25 años atrás está prácticamente nula. He conocido el dolor en varias ocasiones por circunstancias varias.

Cumplo con los requisitos que nosotros mismos en casa pusimos y creo que visualizo bien las cosas. Me parece que la parte de descansar es la peor, quisiera yo descansar mas y la de ponerle corazón está de mas decirlo que le pongo corazón y el alma completa a este deporte 24/7. Así que en definidas cuentas estoy casi por ganarme la medalla de diamante que no existe, porque la de oro  ya me la gané hacer rato cuando los que albergan en mi estadio me dan un abrazo fuerte, me piden que duerma con ellos, me dicen que soy la mejor mamá que ellos han tenido, cuando me dicen que el "ayayai" se mejoró cuando le di un beso. Hay veces y muchas, que ni siquiera llego a las clasificatorias, pero seguiré esforzándome por mi medalla o por las medallas, y lo mejor es que no tengo que esperar 4 años, es día a día.

Ven...es bueno soñar.

GN


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