viernes, 6 de febrero de 2015

Empecemos a crear un equilibrio

Jueves, 5 de enero de 2015
10:50 pm

 
Acabo de regresar de una conferencia sobre un programa alimenticio de detoxificación dada por el Doctor que creó el programa en sí. Este método lo conocí y aprendí a hacerlo gracias a mi hermana que lo instauró practicamente como su estilo de vida por los buenos resultados que obtuvo,  probablemente los mismos que obtuvimos mi esposo y yo al hacerlo.

Desde hace aproximadamente un año estoy tratando, hasta donde se pueda y me sea posible, cambiar mis hábitos alimenticios y los de las personas que habitan en casa. Cocinamos con alimentos frescos y naturales, sin condimentos enlatados, salsas artificiales, eliminamos los edulcorantes e introducimos bastantes verduras y frutas a la dieta familiar. Con los niños el proceso ha sido mas lento pero lo seguimos intentando.

Durante la conferencia preguntaron que si el programa se podía aplicar a niños y el doctor conferencista dijo que por no tener experiencia con niños pues no lo recomendaba.
En realidad, la idea central de todo esto, es crear hábitos alimenticios buenos, que nos vayamos dando cuenta que si comemos bien nos sentimos bien, que el refrán que dice "somos lo que comemos" tiene mucho de cierto.

Si los niños nos ven comer sano y se acostumbran a la buena comida,  crecerán con el concepto que eso es lo normal y lo tomarán como parte de sus vidas, pero si comemos mal y abusamos de la comida chatarra, la comida hecha con ingredientes no naturales y poco saludable, les hacemos entender a los niños que  eso es lo que es normal y es lo que está bien. Si comemos con bebidas artificiales y gaseosas y no tomamos agua, los niños lo toman como que es lo normal y como parte del diario vivir. Por eso vemos como muchos niños toman poca agua y exigen que se les lleve a comer a ciertos restaurantes de comida rápida. No estoy diciendo que de vez en cuando haga daño, en el mundo moderno que vivimos hay que crear el equilibrio pero debemos inclinar la balanza a los hábitos que nos van a hacer sentir mejor por mucho tiempo.

Cada bebé, cada niño y cada familia es distinta. Todos tenemos conceptos distintos de lo que es bueno y es malo. Pero crear conciencia de las cosas que son beneficiosas para nuestro organismo en cuanto a la alimentación se refiere debería estar influenciada positivamente por los pediatras y dar consejos a los padres.

Muchas veces al ir introduciendo alimentos nuevos a la dieta de los bebés como unas simples espinacas, algunos de los padres dicen que no se las van a dar a los niños porque ellos no las comen y así con cualquier vegetal o fruta, también me ha pasado que si al recomendar que le den entre los 8-9 meses la quinua me responden que ni la conocen y que no la van a comprar. En cambio a los 10 meses son pocos los bebés que no han probado helado ya que voluntariamente los padres o abuelos  se lo dan a probar a los niños. Por supuesto que hay padres que siguen instrucciones al pie de la letra y le dan a los niños solo lo que se recomienda aunque ellos no lo coman, pero la idea es crear el concepto de lo que significa y lo que repercute la comida sana en nuestro organismo y todos los sistemas del cuerpo.

Me ha tocado también quitar a cierta edad la leche o alimentos con gluten por síntomas ya crónicos que presentan los niños, con extraodinarios e increíbles resultados,  pero esto no es una receta de cocina, no todos los niños son iguales, cada uno es único a pesar que tenemos los mismos sistemas y órganos. Lo ideal es evaluar y conocer la historia clínica y la evolución de cada paciente e individualizar los tratamientos o intervenciones.

Lo que sí está claro es que comer saludable y con la menor cantidad  de químicos, conservantes y  alimentos procesados beneficia no solo al niños si  no a toda la familia.

En casa seguimos cocinando saludable, mi hija mayor ya prueba todo lo que le damos y ha ampliado su dieta, el bebé de un año es fanático de las frutas, come verduras y hasta arroz integral, el que nos ha costado mas es el del medio pero seguimos intentando hasta que algún día logremos que coma de todo. Incluso a las nanas les gusta comer saludable y me ayudan en el mini huerto casero que estamos tratando de hacer en casa para consumo propio. 

Si somos lo que comemos confieso que a mi muchas veces me gustaría ser un gran chocolate, pero poco a poco las ganas de serlo se van reemplazando por otros tipos de comida y por las ganas de sentirse bien y con energía. Sigo comiendo chocolate cuando quiero,  pero si lo comparo al año pasado antes de entrar "en la onda de la alimentación saludable" es mucho menos, crear el balance y el equilibrio es lo ideal y solo depende de cada uno de nosotros.


GN

1 comentario:

  1. Excelente! Algo que aprendí del libro del Dr. Junger es que el cuerpo tiene la capacidad de curarse de la mayoría de los males que lo aquejan, pero que pasa tanto tiempo peleando contra todo lo malo que le damos de comer, que queda muy agotado como para curarse. Si le quitamos la presión de una mala alimentación, le queda energía para curarse...

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