viernes, 9 de junio de 2017

Los chats...

Esta semana varias personas, incluyendo pacientes y amigas, me enviaron una foto de un artículo que salió en un periódico de otro país sobre el uso del "whatsapp" y el a uso de las consultas por este medio a los médicos, sobre todo a pediatras y ginecólogos. Este tema incluso, desde hace muchos meses, tal vez los últimos años, ha sido motivo de charlas y conversaciones extensas entre médicos y en mi caso también con colegas pediatras que se encuentran en la misma posición que yo.

Si yo guardara todas las "conversaciones por chat" me comprenderían, hay de todo. Creo que a los pediatras lo que más nos llama la atención son las fotos de materia fecal en todas sus formas y en la mayoría de la gama de color entre amarillo, verde y chocolate sin mencionar contexturas. Creo que cada uno de mis colegas hemos recibido estas fotos cuando estamos comiendo y no precisamente en buenos momentos, creo que hasta alguna amiga que esté al lado mio le ha tocado ver alguna que otra. Tengo una colega que se enfurece cada vez que le mandan fotos de genitales, ella alega que se expone al niño sin su permiso y que hay que proteger a los niños de su intimidad desde que nacen. 

Otras de las preguntas por chat son sobre la leche que usa, la comida, la cuna, el jabón que hay que usar, si puede salir a la calle (llámese fiestas de cumpleaños, escuelitas, piscina, paseos al centro comercial, viajes en avión, carro o bote) si los niños están enfermos, con fiebre, brotados o sanos.

Entiendo perfectamente que hay que "modernizarse", muchas cosas se pueden tratar de resolver por chat, pero nunca nada va a reemplazar evaluar al paciente, verle la garganta directo y no por foto, ver su estado general en vivo y no por video, tocarle la piel, simplemete verlo. Si los niños no mejoran con lo que uno pueda indicar por teléfono hay que ver al niño, después se complica la situación y anda uno lamentándose. A veces también es mejor una llamadita a unas letras que no se ven instantáneamente y en el preciso momento en que se manda. Acepto que la tecnología ayuda muchísimo pero exponer al niño innecesariamente no es la idea. 

Esto seguirá siendo tema de conversación por años, incluso cuando le contaba a un cologa cirujano proctólogo las fotos que yo recubía en mi teléfono móvil, se sonrió y me dijo: si yo te contara lo que yo recibi te desmayas...lo mismo que me dijeron mis colegas ginecólogos, cada uno con lo suyo.

La mayoría de las cosas deben tener límites y ser utilizadas de la mejor manera posible, abusar de estos medios no tendrá un buen resultado final. Uno de los chats que más me ha impresionado fue uno que recibí un sábado como a las 4 pm: "hola doctora, soy tal persona, usted vio a mi hijo hace 4 años por primera vez, desde ese entonces no lo ve. Tiene 5 días enfermo, me encuentro afuera de su consultorio pero está cerrado, le escribo para que lo venga a ver así que la espero porque usted es su Pediatra".  Obviamente muchas personas le dan buen uso al medio, pero tristemente no todas, en lo que pueda ayudar estoy segura que ayudaré pero no siempre se puede por esta vía. 

Como dije una vez: ojalá me mandaran más fotos de niños felices que de heces y genitales. 

GN

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