viernes, 6 de octubre de 2017

No es malo querer dormir....

Siempre digo que después que uno se convierte en mamá no duermes igual que antes, es así, es real sobre todo los primeros meses de vida de un bebé en que se despiertan seguidos para alimentarse. La mayoría deseamos con ansias que el bebé duerma toda la noche para uno poder descansar, obviamente hay niños que les demora más que a otros y terminan durmiendo toda la noche hasta después del año de vida.

Si tenemos un hijo enfermo es otra historia de trasnocho, claro que no dormimos igual velando a nuestras criaturas, vigilando si tienen o no fiebre, pendientes que no se pasen las horas de medicina y como le pasó a una amiga ayer que a su nena le mandaron un medicamento que la tenía inquieta, menos dormimos. Pero bueno, claro está que no están enfermos todos días y no todas la noches.  Hay mamás que dicen que sus hijos son unos ángeles y que han dormido perfecto siempre por lo que ellas no tienen problemas de sueño, ¡Bien por ellas! me alegro muchísimo, eso es una gran bendición y de verdad envidiable, pero no es el común denominador.

Creo que yo he pasado por muchas etapas y situaciones, desde la de pecho exclusivo y de levantarme literalmente cada 2-3 horas, hasta días geniales en que mi marcador de sueño refleja que he dormido 9 horas. Aquí podemos incluir las enfermedades banales mías y los resfriados de mis hijos, además de los incontables turnos y dormidas fuera de casa por trabajo. Cuando me puse a buscar en esos marcadores de sueño del teléfono móvil, dice que más o menos en promedio duermo 7 horas, a primera impresión no está tan mal, pero ¿saben qué? quiero dormir 8 horas al día, así que me pondré a trabajar en ello, probablemente cuando logre dormir 8 horas diarias diga que necesito 9 horas y así me voy, la inconformidad, pero mientras aprovecharé las 7 horas de sueño diarias y trataré de organizar mejor el  tiempo aunque resulte bien difícil hacerlo.

Cuando salgo del país a Congresos, aprovecho para acostarme temprano y dormir largo y tendido, hasta que me siento rara, pero esos momentos hay que aprovecharlos, aunque sea una o dos veces al año. El tema del sueño en las mamás es un tema muy sensible, creo que muchas estamos en el mismo bando, pero no nos quejamos por ser mamás, nos quejamos por querer dormir más horas al día o por mejor calidad de sueño  como aquellas que duermen con sus hijos y sienten a media noche una patada o un brazo en la cara, o aquellas que dan pecho y duermen con la teta afuera toda la noche. En el fondo nos quejamos pero si realmente nos molestara hiciéramos algo al respecto, así que creo que deberíamos  disfrutar las horas de sueño que tenemos  y pensar, como hago muchas veces, que algún día dormiré como yo quiero y la cantidad de horas ideales para mí y empezar a hacer mi plan de acción.

No es malo querer dormir o mejor dicho no es malo desear dormir como queremos hacerlo, pero bueno, cada cabeza es un mundo y cada quien sabe lo que necesita. Por mientras les aconsejo a las mamás de bebés pequeñitos, si el bebé duerme, duerma usted, aproveche. A las mamás que tengan hijos de cualquier edad, duerma siesta si puede aunque sea 20 minutos, es reparador. Disfrutemos a nuestros hijos cada minuto aunque sea en las noches en vela, porque cuando se vayan de casa extrañaremos esa convivencia con ellos.

GN

No hay comentarios:

Publicar un comentario