viernes, 22 de septiembre de 2017

El planeta...

No soy experta en desastres naturales y mucho menos en los no naturales. Me da dolor y pesar los desastres naturales ocurridos en los últimos meses, escuchar y ver las noticias cada vez que hay un huracán, un terremoto, incendios y atentados terroristas se me llena el alma de un sentimiento de desconsuelo y me deja pensando si los causantes no somos nosotros mismos al no cuidar al planeta donde habitamos.

Me puse a buscar las peores catástrofes del mundo y siempre han existido, me parece que este año he escuchado más que en los años anteriores, pero puede ser solo mi percepción. El calentamiento global ha comenzado a modificar todo y en cuestión de segundos puede pasar algo, nadie está exento de estos acontecimientos que pueden ocurrir  y la naturaleza puede manifestarse de forma inesperada.

Me pongo a pensar en las familias que han perdido todo, incluso a seres queridos. Ojalá todas las personas que pasan por esto tuvieran apoyo en todo el sentido de la palabra. Es triste lo que ocurre, esto nos debe hacer pensar en que debemos meterle más alma y corazón en el cuidado de nuestra tierra. Siento como si el planeta nos hablara casi directamente haciéndonos recapacitar sobre los cuidados que necesita para disminuir los efectos al mínimo del mal que nosotros mismos le estamos causando. Ojalá fuera tan fácil arreglarlo y prevenir los efectos secundarios del mal cuidado que le ofrecemos en general.

Estoy triste por la humanidad, pero borraré la tristeza y disfrutaré a los míos todos los días, he decidido vivir feliz y cuidar lo que tenemos incluyendo al planeta, si todos la cuidamos un poquito la podremos disfrutar por más tiempo y le daremos una buena herencia a nuestros hijos y a los que se quedarán viviendo en ella cuando ya nosotros no estemos.

Es solo un reflexión, si el planeta nos da grandes satisfacciones también deberíamos dársela nosotros a él. ¿Si no lo cuidamos ahora cuándo lo vamos a hacer?

GN

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