viernes, 15 de septiembre de 2017

Me siento la peor mamá...

Mi tercer hijo cumple 4 años en unos cuantos días, el tiempo ha pasado super rápido. Cada vez que uno de mis hijos cumple años me da mucha alegría y me encanta celebrarles el día aunque sea cantando cumpleaños con algunos amiguitos y/o familiares, así que este cuarto cumpleaños de mi Benjamín no iba a ser la excepción, por lo que hace unas semanas atrás planeé realizarle una fiestecita con sus compañeritos de salón, cuando estoy confirmando fecha para que fuera el mismo día de su cumpleaños algo en mi cabeza resonaba por unos minutos sobre la fecha, fue cuando capté y caí en cuenta que ¡no estaría en el país para ese día!

Entré en pánico, mi corazón latía muy fuerte, las lágrimas estaban a punto de desbordarse de mis ojos, cómo pudo pasar esto si siempre me aseguro que ese día sea especial para ellos aunque sea con un mínimo detalle. No lo podía creer, respiré profundo y analicé qué había pasado. Resulta ser que desde hace varios meses tengo planeado asistir a uno de los mejores congresos del mundo sobre Pediatría y cae justo para esa fecha, o sea que el cumple de mi tercer hijo cae en el medio de los cuatro días que dura el congreso y ya tenía todo reservado y pagado, es decir que ni para regresarme antes, ni irme después ni cancelar la ida.  Igual al analizarlo, no había excusa, no me había dado cuenta que la fecha coincidía, me iba a perder el cumple de mi pequeño, así que para no sentirme mal conmigo misma, porque probablemente él ni se iba a enterar, tuve que arreglar nuevamente fiesta de celebración, hace casi una semana en la que caí en cuenta, con tanto enredo hasta se me olvidó mandar ciertas invitaciones y las terminé enviando dos días antes y hasta el mismo día, un caos total.

Pero ¿saben qué?, cuando despertó hoy temprano, le tenía globos en su cuarto, le dije que hoy le celebraríamos su cumpleaños, la maestra le cantó cumpleaños con sus compañeros de salón y disfrutó su fiesta como si realmente hoy fuera el día original. Yo se que las cosas materiales no son importantes, pero los detalles sí, me gusta que mis hijos se sientan especiales el día que cumplen años, también en parte traté de cubrir mi pena y mi alma rota porque no estaré ese día, pero estoy muy segura que a mi me duele y a él no, el es un niño feliz. Muchas veces le damos importancia a cosas que realmente no la tienen, aunque para mí sí lo era en el fondo del asunto no ha pasado nada malo ni nada irremediable. Mi fin era hacer que se sintiera más especial en esta fecha y lo logré, probablemente si se lo hubiese celebrado en un mes o simplemente le hubiera cantado con una velita sola lo hubiese hecho sentir muy especial también, pero bueno, lo hecho hecho está. Son estos momentos en que me siento la peor mamá, en que recapacito y pienso si las cosas las hago bien. Estaré en el congreso el día de su cumpleaños, pero mi corazón  estará con él y mis pensamientos también. Cosas que le pasan a las mamás por andar en tantos  enredos a la vez, pero nada sin solución, hay mil cosas más que son peores, así que mejor reír para no llorar y dar gracias por todo lo que tenemos y por todo lo que disfrutamos en la vida, si lo comparo con problemas verdaderos esto no es nada, aunque no deje de sentirme la peor mamá por ratos. Celebremos la vida...

GN




No hay comentarios:

Publicar un comentario