jueves, 12 de junio de 2014

Siempre ha sido mi héroe...

Recuerdo que, cuando yo estaba pequeña, uno de mis héroes era mi papá, yo quería ser como él.

Se sabe que hace muchos años el papel del padre en la familia se centraba en un sujeto que imponía normas, daba seguridad y mantenía a su familia, relegando el vínculo emocional y afectivo con sus hijos a otras personas.

Hoy en día está muy estudiado que el papel del padre es de suma importancia  e influye mucho en el desarrollo de la personalidad de los hijos. Si un niño desde el nacimiento, recibe la atención y el afecto de su papá logrará desarrollar, a lo largo del crecimiento, mejor autoestima e independencia, además de  una personalidad más marcada que fortalecerá sus habilidades cognitivas, su salud emocional y su bienestar en general.

Hay muchísimos padres que hoy en día trabajan tanto que no les da tiempo de ver a sus hijos o de jugar un rato con ellos, no saben cuáles son sus prioridades o simplemente no saben cuáles son los gustos de los hijos, si le preguntas qué sabor de helado le gusta a su hijo no tienen ni idea. No puedo criticar a nadie, porque cada familia es distinta y las circunstancias son diferentes, no se puede generalizar. Pero algunos prefieren descansar que jugar con sus hijos, lo que no se han dado cuenta es que los hijos son prestados y algún día se irán de casa, es entonces que vendrán los remordimientos de no haber aprovechado el tiempo. Como dice la canción: no basta con creer ser un padre excelente, porque eso te dice la gente...hay que serlo de verdad.

En cambio hay padres, que veo en la consulta, que saben exactamente los gustos de los hijos, sus comidas y juguetes favoritos, incluso van solos a las citas con los niños. Otros han jugado a reyes y princesas o a salón de belleza con sus hijas, pero obvio que no es el común denominador, otros en cambio ni conozco porque nunca han ido al consultorio.

El 70% de  los juegos de los niños con sus padres son mas escandalosos, más bruscos y fomentan más la competencia si se comparan con los juegos que se hacen con las madres. En cambio la mayoría de los juegos de las mamás con los hijos involucran acurrucamiento. Uno transmite independencia y competitividad y el otro juego transmite seguridad.

Si en la familia está presente tanto el padre como la madre, es necesario que haya un balance, ambos crian diferente.

Aparte de ser mi héroe, mi papá me demostró que estar sereno en todo momento es posible, que si uno impone respeto no es necesario alzar la voz, cosa que me falta imitar de vez en cuando.

Para los que hemos tenido la dicha de tener un padre en casa, aprovechemos y pensemos qué nos gustaría hacer igual y qué cambiaríamos para mejorar.


A aquellos papás que se dedican a sus hijos y siempre sacan un tiempo para estar con ellos, les deseo lo mejor. ¡Feliz día del padre!
 
GN

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