viernes, 3 de julio de 2015

Odié esta fiebre

¿A qué padre le gusta que su hijo tenga fiebre? Dudo que a alguno. Cuando nuestros hijos están enfermos nos afecta también a nosotros porque obviamente no queremos verlos así y la preocupación empieza a aumentar si la enfermedad se empieza a alertar mas de lo habitual.

Mi hijo de 5 años estuvo enfermo y la fiebre le duró mas de lo que yo hubiese querido, cuando ya íbamos por el 8 día de fiebre sin encontrar la causa, ya mi angustia empezaba a aumentar porque comúnmente pensamos en que puede ser causada por alguna enfermedad grave, aunque muchas veces no es así porque estas fiebres son autolimitadas o curables. Solamente en 3-8 % de los niños mayores de 1 año, la causa de una fiebre prolongada ( 8-10 días o mas) se debe a neoplasias o malignidades. Pero eso no quita que uno se preocupe, es inevitable.

Incluso la mayoría de los papás o mamás ya se empiezan a estresar cuando el niño lleva 3 días con fiebre, imaginen cuando va por 6-7 días y vemos que nuestros pequeños están decaídos y no comen.
Mi pobre chiquitín no levantaba cabeza, solo quería estar acostado y no quería comer nada, tenía periodos cortos de que estaba activo, pero volvía a acostarse porque no quería hacer nada.

La mayoría de estos cuadros tienen su origen en procesos o enfermedades comunes pero con presentaciones atípicas y en el 30% de los casos no se llega a conocer la causa y nos quedamos con la intriga.

Indudablemente que pasar por esto, desespera tanto a los padres como al médico. Los laboratorios que le hacemos a los niños para encontrar la etiología son necesarios, pero que vayan saliendo normales y negativos a veces no nos hace sentir bien porque seguimos sin conocer la causa, porque para mi como madre y pediatra es mejor saber qué es lo que está pasando que ir suponiendo y seguir pasando a los pasos siguientes de los estudios de estas fiebres prolongadas.

Ver a mi hijo enfermo es para nada agradable, así como me imagino que le pasa a la mayoría de los padres, la sensación de impotencia se apodera de nosotros, esperar es lo peor y parar de pensar que puede ser una causa que no queremos, es fatal.

A mi hijo se le quitó de un día para otro, independientemente de lo que haya sido, solamente el hecho de verlo como habitualmente es fue maravilloso, ya hasta me gustaba que ese día peleara conmigo o con los hermanos, quería decir que estábamos curados  y que todo regresaría a la normalidad, o por lo menos ese es el significado que le di.

Ya está como si nada, mas flaco, pero fregando la paciencia como siempre. La fiebre en los niños es la causa número uno de llamadas que recibo diariamente y de consultas también. Por algún motivo asusta a los padres, pero recordemos que lo habitual es que dure, en los procesos infecciosos, 3-5 días, después de esto ya no es lo regular, pero puede ocurrir.

Odié este periodo de enfermedad de mi hijo, no era el mismo de siempre, estaba decaído y no comía, ni siquiera quería jugar sus videojuegos favoritos y eso es mucho decir, pero ya fue superado ¡Cosas que pasan!

GN


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