viernes, 17 de junio de 2016

Puedo ser feliz

Conseguir que nuestros hijos sean niños felices es una de nuestras principales metas, aunque no siempre es fácil conseguirlo.

Unos psicólogos dicen que el 50% de la felicidad se debe a factores genéticos, un 10% a las circunstancias vividas y el 40% a la actividad emocional  que  podemos aprender a controlar para ser más felices. O sea que en pocas palabras se puede aprender a ser feliz.

Si una de nuestras metas como padres debe ser que los niños sean felices ¿cómo hacemos eso? Pues increíblemente hay pautas que podemos utilizar y aplicar con ellos.

1- Enseñemos a dar las gracias: La gratitud favorece la estabilidad mental y enriquece el crecimiento de los niños. Si los enseñamos valorarán más lo que tienen.
2-Seamos positivos y ellos lo serán también: si los educamos en un ambiente positivo crecerán más seguros de sí mismos y creerán más en ellos, podrán controlar más la mente.
3-Estimulemos los logros personales: los niños son más felices si consiguen sus objetivos por ellos mismos.
4- Autonomía: no los sobreprotejamos, estimulemos su independencia lo que potenciará su autoestima, confianza y seguridad.
5-Inteligencia emocional: para mí lo más importante. Los niños deben aprender a controlar y regular sus emociones para solucionar sus problemas de forma pacífica. Eso genera tranquilidad y armonía en su carácter. Si nosotros no sabemos manejar las distintas situaciones y gritamos todo el día, ellos aprenderán que así se solucionan los problemas.
6- Seamos amables y enseñemos a que lo sean. Los niños amables experimentan más satisfacciones, son más cariñosos y son más aceptados socialmente. A las personas les encantan los niños amables.

La felicidad es un estado de ánimo, una emoción importante en nuestras vidas. Las personas que son felices muestran a menudo un enfoque positivo en lo que hacen y se sienten motivadas por conquistar nuevas metas. 
Según el informe 2016 sobre la Felicidad el país más feliz del mundo es Dinamarca, ¡pero adivinen!  Panamá quedó de número 25 en la lista, así que tras de eso soy afortunada en vivir en uno de los países más felices del mundo. En cambio Siria de número 156, asumo que por razones obvias. Interesante lista.

Independientemente del lugar donde vivamos, debemos tratar de ser felices y de enseñar a nuestros hijos a serlo también. Ser felices tiene muchos beneficios, aprovechemos. Todo esta reflexión vino por escuchar la canción de Shakira y Carlos Vives que dice:  Puedo ser feliz caminando relajada entre la gente, 
yo te quiero así y me gustas porque eres diferente”, que por cierto, en esa lista de la felicidad Colombia quedó de número 31, Estados Unidos de 13 y España de 37, pero sinceramente uno puede ser feliz en cualquier parte de la bolita del mundo y si es con nuestros hijos mejor y recordemos que a veces las pequeñas cosas nos pueden hacer muy felices.

GN


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