viernes, 25 de abril de 2014

Tiempo que no vuelve...

Estoy sentada pensando que escribir mientras acompaño a mi hijo a un cumpleaños. Mirando alrededor me doy cuenta que hay más nanas acompañando a los niños que mamás o papás.

No tengo nada en contra de las nanas, pues en esta vida moderna, donde ambos padres tienen que trabajar, son muy necesarias. No estoy diciendo que esté mal que las nanas vayan a cumpleaños, pero hay mamás que nunca llegan a ningún cumpleaños o a las actividades de sus hijos. No soy quien para criticar ni juzgar, pero a veces delegamos muchas cosas en las nanas y con un poquito más de esfuerzo lo podríamos hacer nosotras. Bueno, la fiestita está apenas iniciando, así que esperemos que vengan más  mamás.

Se sabe que el apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres o con las personas que lo cuidan y además les proporciona  a nuestros hijos la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. La tesis fundamental de la Teoría del Apego es que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto  que no es más que la persona con que se establece el vínculo, ya sea la nana, la madre, el padre o alguna abuela. 

He visto mamás que van con la nana a todos lados: al super, al parque, a una fiesta, a la clase de natación o a cualquier actividad del niño y la nana se hace cargo del niño en todo momento, las mamás sólo acompañan.  Incluso si va al cumpleaños la nana es la que le da de comer al niño mientras la mamá habla con otra amiga. Acepto que cuando mi primera hija estaba pequeña caí en este error, pero me he dado cuenta que esos momentos en que no estoy con ellos es tiempo que no va a regresar y son momentos que me pierdo. Los hijos serán niños por un periodo muy breve, tendremos mucho tiempo para volver a hacer nuestras actividades, para salir, para poder sentarnos tranquilamente a comer o a conversar. Me he quejado miles de veces que hay días en que ni siquiera puedo ir al baño sola porque tengo "colitas" que me acompañan o que escucho miles de "mamis" al día, pero la infancia de nuestros hijos es breve; es el momento de establecer una relación de amor, confianza y de complicidad con ellos.

Las personas que no me conocen, no se imaginan que soy médico, trato de ir a todas las actividades de mis hijos, claro que ser mi propia jefa me ayuda mucho y la mayoría del tiempo puedo asistir   y ajustarme a ellas, otras veces por urgencias médicas me las pierdo y me siento mal por ello.

Creo que vale la pena privarme de algunos gustos durante unos años con tal de pasar tiempo con mis hijos. Lo disfruto mucho aunque me hale los cabellos en ocasiones.  Ahh bueno y sólo por comentarles al final del cumpleaños llegaron muchas mamás. No nos desconectemos, son nuestros niños, lo más preciado que tenemos. Recordemos que nos están ayudando y no reemplazando.

GN

8 comentarios:

  1. Gracias por estas palabras tan ciertas! De verdad q exige un esfuerzo extra, corredera del trabajo a la casa a vestir a mis 2 hijos, en el tranque la preguntadera
    Cuándo llegamos mamá? Vamos a llegar
    tarde! Verlos felices jugando, buscándolos cuando se desaparecen de
    mi campo visual! Es agotador pero me
    emociono verlos! Hasta me tiro al piso a
    buscar las pastillas de la piñata y al volver
    a casa caigo primero q ellos a la cama! A
    todas nos ha pasado y a veces nos quejamos pero es lo máximo! De ahora en adelante no me quejo tanto y los disfruto y acompaño más ...

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    1. Así es Rocío, no hay que perder el tiempo..

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    2. Así es Geraldine, concuerdo al 200% contigo, gracias a Dios esto es algo que siempre he tenido muy presente y he podido compartir con mis dos tesoros un sin fin de momentos especiales ... me encantan todos tus escritos ... no dejes de escribirlos! Besitos

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  2. Gracias Aileen....y gracias también por leerlos..:

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  3. Excelente artículo! En la escuela de mis hijos gracias a Dios las mamás nos hemos llevado muy bien y nos encanta acudir a los cumpleaños y compartir con nuestros hijos pero en la escuelita anterior me tocaba cumpleaños que inclusive era yo la única mama presente aparte de la del cumpleañero, y las nanas me.preguntaban, y usted no tiene nana? Y yo les decía que si, y me preguntaba pero ella viaja y por eso no vino? Jajajaj, era algo rarisimo para ellas. A mi me encanta disfrutar con mis hijos cada momento porque como dice su artículo, el tiempo de infancia es.muy corto y luego no podremos hechar para atrás. Muchas personas al principio han pensado que ni trabajo porque acto que haya en escuela, partidos de fútbol o lo que sea estoy ahí apoyandolos y disfrutandolos.

    Gracias por este artículo que puede que llegue al corazón de algunas mamás y hagan un cambio por el bienestar de sus pequeños.

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  4. Coincido al 100%, incluso coincidía con esta postura antes de ser padre la verdad es que me parece triste que algunos padres tengan a los hijos como "trofeos" pero no se tiran al piso a jugar con ellos o juegan avioncito o cosas como estas que hacen que los niños se sientan amados siempre

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  5. Es increíble como el sistema actual nos absorbe que la manera mas cómoda de vivir es delegar nuestras responsabilidades a las nanas; abuelas, teachers...etc. Es entonces cuando entra el sentido maternal, y me pregunto yo como puedo ver tantas madres en el mall los domingos que mientras hacen "Socialité" las nanas atienden las sonrisas de sus hijos cuando juegan en las tablets, o le dan de comer, o los consuelan cuando lloran. Yo anhelo los fines de semana, para despertar junto a mi hija y mi esposo, disfruto hacerle desayuno a ambos, atenderla, bañarla, vestirla y peinarla, esos momentos son los que me dan las mejores miradas, me llena de paz verla crecer y no perderme de sus avances, saber que mamá le entiende sus "palabras" y simplemente estar con ella cada momento aunque me acompañe hasta el inodoro, es lo que me recarga las baterías para empezar una nueva fatigante semana... =)

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  6. Me encanta, me encanta el articulo!!! Me siento super identificada. Cada segundo que puedo trato de dedicárselo a mi hijo. Cada vez que puedo salir temprano del trabajo salgo corriendo a buscarlo, sin ni siquiera pensar en que puedo hacer para mi. Vale la pena sacrificarse unos años, porque lo cierto es como tu dices al final, el tiempo que se va no regresa. Muchas veces me ha tocado decidir si cumplir con alguna actividad social o cumplir con mi hijo y la verdad que siempre decido por mi hijo y no me arrepiento, porque estoy segura que despues habra tiempo de sobra para eso.

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