viernes, 17 de abril de 2015

Necesito a Morfeo

Estoy  sentada frente a la pantalla de la computadora porque hace poco rato  recordé que mañana es viernes y tengo que publicar en el blog.  A esta hora la casa está en total paz, tengo dos intrusos en mi cama porque decidieron dormir en mi habitación ya que su papá está en un congreso fuera de la ciudad, el bebé parece que empezó a resfriarse pero duerme plácidamente en su cuna.  Mi mente parece jugarme una mala pasada porque cuando necesito pensar un tema en un período breve de tiempo, a ella no le da la gana que afloren  temas que puedan interesarle a alguna madre, padre o abuelita.

Después de tener un día agotador, como el de cualquier mamá de esta época,  lo único que puedo pensar en este momento y teniendo mi cama a 3 metros de distancia es en irme a acostar y quedarme dormida en 10 segundos como lo hace mi hijo de 5 años, el cual  que precisamente en este momento está de mi lado de la cama. Solo espero que no juegue conmigo fútbol toda la noche porque la verdad quiero descansar y no tengo ni un poquito de ganas que me patee toda la noche.

No existe un número mágico de horas requeridas por todos los niños de un grupo de edad en concreto, pero los niños entre los 5 y los 10 años de edad (la edad de mis intrusos) cuando duermen lo hacen con un sueño parecido al del adulto, pero el número de horas de sueño “suele” ser 2.5 veces mayor al del adulto, entre los 6 y los 9 años ellos necesitan de 11-12 horas de sueño y entre los 10 y los 12 años necesitan mas o menos unas 10 horas. El sueño es muy importante para el bienestar de los niños. La relación que existe entre la falta de sueño y el comportamiento del niño no siempre es evidente. Cuando un adulto está cansado, puede  tener muy poca energía o estar irritable, pero un niño puede volverse hiperactivo, antipático, llorón y presentar comportamientos extremos y el grado de “intensidad” es a veces agotador para los padres.

Lo que sí está claro es que  dormir es un factor muy importante dentro de nuestras vidas y sobre todo en la de los niños.  Cuando dormimos descansamos y nuestro cuerpo puede renovar la energía, el no dormir lo necesario puede provocar falta de atención en la escuela, problemas de memoria, altibajos en el desempeño y mal humor.

Lo ideal es crear hábitos de sueño y rutinas a la hora de dormir. Que duerman las horas que necesitan para descansar y levantarse sin problema para ir a la escuela es importante. Incontables niños andan vagando por las casa a las 10-11 de la noche en la época escolar y no tendrán suficiente horas de sueño.  Estas situaciones se deben evitar al máximo, no es saludable para nuestros pequeños.

Creo que cuando tengo sueño, como a muchas mamás les pasará, estoy casi en pausa. A veces me acuesto y me duermo muy rápido, otras veces me ocurre que si quedó la lista de pendientes muy llena la mente sigue tratando de resolverla hasta que se agota y como no puede resolverlas se da por vencida.

Espero estar dormida muy pronto, pero acabo de recordar que tengo 2 días que no riego ni una planta del huerto casero que estoy tratando de cuidar y las plantitas de tomate que llevo cuidando por algunos meses se van a marchitar. Así que ha regar matas se ha dicho y los brazos de Morfeo quedarán para dentro de un rato mas, aunque de verdad ¡Necesito a Morfeo!

GN

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