viernes, 3 de abril de 2015

Hoy no hay título, solo admiración por los mencionados


En este momento vienen a mi mente 4 pacientes a los cuales se les ha diagnosticado trastorno global del desarrollo en edades muy tempranas. Ya rondando el año de vida fue sospechado en tres de ellos y en el otro aproximadamente al año y medio, este paciente en particular lo veía muy esporádicamente porque asistía a citas con varios pediatras según la conveniencia de sus padres. Cuando se sospecha un diagnóstico de este tipo que incluye trastorno del espectro autista, por supuesto que es una situación muy delicada. El autismo no se puede diagnosticar y corroborar en una sola cita, debe ser evaluado con mucho cuidado y por personal muy calificado en el tema, no charlatanes que tristemente abundan en el mercado, hablando de personal que supuestamente es de salud y ofrecen a los angustiados padres tratamientos no científicamente probados y que les brindan gotas mágicas para curarlos, lo que en muchas ocasiones atrasan el tratamiento terapéutico.



Tres de los pacientes, una vez sospechado el diagnóstico, iniciaron el largo, tortuoso pero seguro camino para corroborar lo que se sospechaba. En dos de ellos, los padres no dudaron ni un segundo empezar sesiones de terapias que se recomendaron, estudiaron mucho sobre el tema, buscaron segundas opiniones (sin parar terapias) y se aceptó finalmente el diagnóstico. Digo finalmente porque una vez que a uno como padre le dicen que su hijo puede tener autismo el mundo se nubla por completo. Ellos se enfrentan  a incontables sentimientos de angustia, tristeza, enojo e impotencia ante la situación. Además de la incertidumbre de no saber qué va a pasar y de cómo va a terminar todo.  Saber que nuestro hijo tendrá necesidades especiales nos asusta y nos aterroriza.



A los padres del tercer paciente les costó mas aceptar la situación y luego de aceptarlo y pasar la etapa de negación pusieron todas sus ganas para empezar terapias adecuadas y están muy positivos al respecto porque han visto la notable mejoría de su pequeño.



En ocasiones cuando se tiene un diagnóstico de esta clase, se tiende a esperar menos del niño y se le exige menos, pero todos los niños sin excepción deben tener la oportunidad de crecer, desarrollarse y aprender con iguales derechos. Si mantenemos al niño fuera del “flujo normal” de las actividades que realizaría cualquier niño de su edad  lo que hacemos es limitar sus oportunidades de desarrollo y crecimiento emocional.



Los padres de estos tres pacientes son admirables. Han modificado su vida y una de sus prioridades es brindarles diariamente lo mejor a sus hijos. Asisten a las innumerables terapias del lenguaje, terapias ocupacionales y físicas, involucran a los niños en actividades que cualquier niño de su edad harían, estudian, investigan qué cosas nuevas pueden hacer, asisten a sus citas médicas sin falta y luchan por la integración. El cuarto niño  una vez que se sospechó el diagnóstico, fue a una cita con neurología y cuando les corroboraron el mismo no los volví a ver, no regresaron al consultorio.



Son padres que no se dejan desanimar por personas a quienes no le interesa la condición de sus hijos, simplemente los tratan de instruir y si no se dejan los borran de sus vidas y siguen adelante. Como le dije a una amiga: son los mejores padres que sus hijos pudieron tener, nacieron en el hogar donde tenían que nacer. No es cualquiera que lucha por las igualdades de los niños, pero estos sí son papás súper héroes que no sólo defienden a los de ellos si no que luchan por los demás niños en igual condición.



Dicen que el aprendizaje es un proceso que dura toda la vida y en  estos casos se ajusta esto perfectamente. Aceptaron el reto y el desafío de luchar con sus hijos y su condición y han salido sobresalientes. La satisfacción es ver los avances día a día, semana a semana o mes a mes, pero siempre la recompensa de ver resultados positivos. Cuando uno de ellos le sonrío por primera vez a su madre, supo que todo el sacrificio vale la pena, la sonrisa de su hijo es su mayor satisfacción, su mayor logro y ganancia.



Mis respetos por todos estos padres, son una inspiración para mi y para muchas personas.


GN

No hay comentarios:

Publicar un comentario