viernes, 9 de diciembre de 2016

...sin morir en el intento.

Una amiga que conozco hace muchísimos años, me invita a dar una conferencia en el homenaje al día de las madres de la Institución Gubernamental en la cual ella labora. Quería que hablara sobre el papel de la mujer como madre y trabajadora pero luego de iniciar a hablar le cambié el título a ¿Cómo balancear la vida laboral y la familiar además de ser feliz al mismo tiempo?...sin morir en el intento.

Hice una breve reseña histórica de cómo las mujeres se dedicaban hace muchos años en cuerpo, alma y exclusivamente al hogar y su evolución hasta nuestro días. En la época del dictador Franco en España, incluso le entregaban a las mujeres unas guías de la buena esposa que incluían 11 reglas para mantener al marido feliz. Cada vez que leía una hasta que se me ponían los pelos de puntas, creo que descubrí que soy mas feminista de lo que creía. La regla número 7 decía: "Minimiza el ruido.  A la hora de su llegada (refiriéndose al marido) apaga la lavadora, la secadora y la aspiradora e intenta que los niños estén callados. Piensa en todo el ruido que él ha tenido que soportar durante su pesado día de oficina." Regla número 9: " Escúchalo.  Puede que tengas una docena de cosas importante que decirle, pero a su llegada no es el mejor momento para hablarlas. Déjalo hablar antes, recuerda que sus temas son más importantes que los tuyos". Regla número 10: " Ponte en sus zapatos. No te quejes si llega tarde, si va a divertirse sin ti o si no llega en toda la noche. Trata de entender su mundo de compromisos y su verdadera necesidad de estar relajado en casa". Esta regla fue la que más bulla causó entre las asistentes del evento. Para acabar de rematar las guías de la buena esposa te daban un consejo extra: "Hazlo sentir a sus anchas. Deja que se recueste en un sillón o se acomode en la habitación. Ten una bebida caliente lista para él. Arregla su almohada y ofrécele quitarle los zapatos. Habla con voz suave y placentera". Increíblemente la encargada de hacer estas guías nunca se casó ni tuvo hijos. Mi esposito en son de broma (espero) me dijo que le gustaban algunas, ¡Cómo para meterle un coscorrón!

No existe una  fórmula perfecta para balancear el hecho de ser mamá y trabajar, cada mujer tiene una fórmula única y a veces modificable dependiendo de las circunstancias. Muchas trabajamos porque queremos, por deseos de superación o por auto metas que nos pusimos o simplemente porque hay que trabajar para poder llevar el sustento a casa y mantener a los hijos. Sea la causa que sea debemos cuidarnos a nosotras primero para poder cuidar a los hijos y a los miembros del hogar después, si no somos felices ellos tampoco lo serán. Si preguntamos a varias mamás, ¿qué es lo más importante en su vida? la mayoría contestarían que los hijos, pero escalemos un par de peldaños y pongámonos en un lugar alto, también somos importantes y tenemos que cuidarnos para poder ayudar a nuestros hijos en todo, utilicemos la inteligencia emocional, tengamos una visión positiva de nosotras mismas, hagamos que la vida siempre tenga un sentido. Si hacemos esto no moriremos en el intento. Disfrutemos de las pequeñas cosas y por supuesto de las grandes cosas, pero a veces los pequeños detalles con nuestros hijos se convierten en grandes cosas. Aprovechemos ahora que para mañana es tarde, nadie dijo que era fácil pero no es imposible.

GN

Ps: la guía de la buena esposa la pueden buscar en internet, puede que luego de leerlas  terminen enojadas o muertas de la risa...

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