jueves, 27 de marzo de 2014

¡No son ñañecos!

Cuando mi segundo hijo empezó a comer alimentos sólidos fue un verdadero desastre, los botaba y lossacaba de la boca, al punto que llegaba a desesperar a la persona que le daba la comida, incluso a mí.  Al llegar al año de vida, que ya se sostenía solo y se podía bañar de pie, inició la pelea de no querer bañarse y pegaba gritos cuando le lavábamos la cabeza. Algo no andaba bien (pensaba yo)… ¡a pesar que la gente me decía que era un ñañeco!

Cuando íbamos a la playa mi hijo no toleraba que lopusiéramos  en la arena o en la grama, ¡era como si lo puyaran! Fue entonces cuando empecé a prestarlemás atención al asunto y me puse a atar cabos; tampoco le gustaba quedarse con las medias porque las esquinitas de la costura le molestaban, las etiquetas de las camisetas le picaban por lo que había que cortarlas y no quería dormir arropado.  

Descubrimos que tenía un trastorno de procesamiento sensorial (TPS). Y ahora, ¿qué significaba eso? El TPS es un trastorno complejo del cerebro que afecta la manera en que se experimentan las sensaciones (vista, sonidos, tacto, olfato, gusto y movimiento) y su organización dentro de un comportamiento. Puede estar afectado uno o varios de los sentidos y al parecer el de mi hijo era principalmente el del tacto.  

Un estudio llevado a cabo en 2004 reveló que al menos 1 de cada 20 niños se ven afectados diariamente por el TPS. Otro estudio en el 2009, realizado por el grupo de trabajo científico del TPSsugirió que 1 de cada 6 niños experimenta síntomas sensoriales que pueden ser lo suficientemente importantes como para afectar aspectos de las funciones de la vida cotidiana. Es decir, que muchos niños se ven afectados por este Trastorno, que no es una enfermedad, pero afecta la vida diaria de los niños (y de los papás, claro).  Fue cuando me puse a estudiar el tema y me apasionó.

Iniciamos terapia ocupacional específicamente con terapia de integración sensorial.  La mejoría fue notoria.  Empezó a comer mejor, a caminar en grama y arena con pequeñas molestias al inicio hasta superarlo por completo; ya hasta se embarra las manos sin ninguna molestia, cosa que antes, era imposible, ya que detestaba tener las manos sucias y corría a lavárselas.  

Hemos detectado varios pequeños con este trastorno, diría yo, que poco conocido, los cuales se tachaban por niños con conductas “especiales” o muy “particulares” o en buen panameño “ñañecos” los cuales, con las terapias, han mejorado.  Este es un tema amplio que, si no se aborda adecuadamente, perdura en el tiempo y tendremos adultos a los cuales no les gustará que los toquen mucho o que los acaricien, que prefieren cierto tipo de comidas por las diferentes texturas o que simplemente siempre quieren vestir con el mismo tipo de ropa.

Si vemos a un niño con comportamientos distintos, que obviamente no es que le impida llevar una vida normal, pero que sí le afecte, por favor no los tachemos como “consentidos”, tratemos de ser más observadores porque generalmente , somos los padres los que nos damos cuenta de estos trastornos con una guía adecuada.

¡Habrá siempre niños ñañecos, pero no todos lo son!


GN 

3 comentarios:

  1. Quien hace el diagnóstico y donde dan las terapias ?? Slds

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  2. QUE INTERESANTE ESTE BLOG... MI NIÑO QUE PRECISAMENTE HOY CUMPLE 4 AÑOS TIENE ESE PROBLEMA CON LA ARENA EN EL AGUA ESTA FELIZ PERO NO SOPORTA NI TOCAR LA ARENA DONDE DEBO IR PARA EL DIAGNOSTICO Y SUS TERAPIAS

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    1. Hola Sonia, gracias por tu comentario. El diagnóstico lo debe sospechar el Pediatra. Las terapias básicamente son de desensibilización por parte de terapeutas ocupacionales con énfasis en terapia sensorial. Saludos.

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