jueves, 27 de marzo de 2014

¿Hasta cuándo las mentiras?

Hace unas semanas escuché decir a una amiga: ¿hasta cuándo le tengo que decir mentiras?, refiriéndose a su hija de 3 años.  La hija le había dicho que quería ir a montar unos caballitos y ella le dijo que los caballos estaban enfermos.

Creo que todos los padres en algún momento u otro hemos dicho este tipo de mentiras (el que no lo ha dicho que tire la primera piedra). Me ha pasado en varias ocasiones que uno de mis hijos me pregunta si puede hacer algo y luego de la correcta explicación inicia la discusión o el "berrinche", por supuesto que de esas actuaciones me ha salvado decir simplemente que la amiguita no está en casa o que ese juguete no lo venden,  pero ¿es esto correcto? ¿Esta es la actitud que hay que tomar? Lo dudo, pero la mayoría de los padres no queremos pasar por estas discusiones y la salida más rápida es decir "mentiritas blancas" o "mentiras instrumentales" como se denominan en léxico de psicología, además que de blancas no tienen nada porque mentiras son mentiras.

Es común que los niños hagan preguntas difíciles e incómodas y muchas veces los padres nos paralizamos ante ellas, y terminamos  respondiendo con rodeos, respuestas abstractas o  mentiritas que en definitiva no conducen a nada y pueden confundir a los niños. Incluso, si el niño se da cuenta que no es cierto lo que le decimos, se va deteriorando la confianza hacia nosotros los padres y pueden no creernos en alguna situación determinada.

Estas mentiras se pueden dividir en mentiras por mal comportamiento, como por ejemplo: si te portas mal te va a llevar el policía o si corres por el almacén la señora te va a regañar; las otras mentiras son mentiras protectoras que según los padres las dicen para proteger al niño contra verdades o situaciones dolorosas, como por ejemplo: no puedo comprar ese juguete porque mamá no trajo plata, o tu gatito se fue a una casa con patio para que jugara.

Estas mentiras tienen como objetivo de alguna forma evitarles el dolor o la frustración que podría traerles el que la mascota se haya perdido o haya fallecido o que aunque tuviera el dinero, la mamá no le va a comprar ese juguete que quiere. Los expertos recomiendan explicar a los hijos en un lenguaje que ellos entiendan, lo que está pasando o puede ocurrir en determinada situación.

Es difícil no decirles mentiras a los niños para que hagan lo que uno les diga o para evitarles dolor, pero ¿con qué cara le decimos a ellos que no digan mentiras o que no sean mentirosos si nosotros lo hacemos?  En la literatura  médica pediátrica no hay mucho sobre este tema, pero creo que tiene mucho de sentido común, aunque este sentido no es común.
La forma de educar a nuestros hijos queda en cada uno de nosotros, así que tratemos de ser lo más sinceros que podamos.

Creo que decirle mentiras a los niños es una etapa, a medida que van comprendiendo más nosotros decimos menos, lo cual va ocurriendo a medida que van llegando hacia los 6 años cuando el tipo de pensamiento de los niños cambia a un pensamiento operacional y de conocimiento.   Pero igual, habría que estudiar este tema a fondo y saber si algo de bueno tiene el comportamiento de los padres.


GN




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