jueves, 27 de marzo de 2014

El amor no tiene edad...

 Cuando estaba pequeña recuerdo que decía que me iba a casar con mi papá porque era el más lindo del mundo. Este recuerdo vino a mi mente cuando mi hija, hace unos años, me dijo que se iba a casar con su papito lindo, cuando le explicamos que eso no se podía entonces dijo que se quería casar con su hermanito.

El amor es un sentimiento que no tiene edad y desde los primeros años de vida, los niños y las niñas, se sienten atraídos por otros y experimentan el estímulo de establecer vínculos amorosos profundos o enamoramientos. Aparte de sentir amor por sus padres y expresar sentimientos cariñosos, los niños se enamoran por primera vez cuando entran a la escuelita (preescolar) al tener mas o menos tres años, y luego a los seis, cuando empiezan la escuela primaria, sintiendo predilección por un amiguito o amiguita según sea el caso.

Este último año escolar, cuando mi hija iba a cumplir 7 años, me dijo que tenía novio (casi colapso) y que le gustaba un niño de su salón. Cuando le pregunté por qué le gustaba me contestó: "es que es lindo y sobre todo cuando se peina de lado". ¡Oh no, mi hija estaba enamorada! y después me contó que todas sus amiguitas tenían novio e incluso varias eran novias del mismo niño. Se mandaban notitas y todo, pero ahora en vacaciones ni me ha mencionado al niño.

Muchos niños y niñas a estas edades juegan a que tienen novios, porque reproducen lo que ven en casa. Para ellos es un juego. Se pueden incluso dar un beso o se toman de las manos porque es una representación del mundo de los adultos y de lo que ven en casa, para ellos no es nada sexual.

En nombre del amor hacemos muchas cosas, buenas o malas, y eso nos moldea como personas. Al sentir que "están enamorados" en un primer momento se pasa por idolatrar a la otra persona, donde parece que el mundo se detiene ante esa otra persona que los tiene más que fascinados. En la segunda etapa, la tensión comienza a crecer y aparece el deseo de querer acercarse o abordar a esa otra persona y por último, se determina si es aceptado o rechazado.

Como madres tenemos que incentivar el diálogo, conversemos con nuestros hijos aunque sean pequeñitos, entendamos qué es lo que le llama la atención del otro, tomemos sus sentimientos con respeto. Burlarse o tomarlo a la ligera es contraproducente. Muchos padres no le dan el valor adecuado al sentimiento de sus hijos y lo importante es validarlo, porque forma parte de su proceso de desarrollo. No se trata de exigir, sólo de escuchar y comprender. 

Algunos autores dicen que “El sentimiento del amor es más auténtico en los niños que en los adultos". Cuando dicen alguien le gusta el niño revela su verdadera esencia.

Como es día del amor y la amistad no voy a hablar del desamor ni del primer rechazo, el cual existe e influye en nuestros hijos. Lo que sí está claro es que nuestros hijos se enamoran, ya sea de nosotras las madres, de los padres o de algún compañerito del salón y no lo vamos a poder evitar. El amor no tiene edad, día, ni fecha en el calendario, lo bonito es que cuando sientan estar enamorados, les expliquemos que es un sentimiento especial que va a ir cambiando a través de los años. Entendamos que casi ningún niño llega a los 18 años sin que le guste alguien, hay que aceptarlo.


GN

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